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En el Museo Tamayo rinden homenaje al humanista en su primer aniversario luctuoso

Reconocen de Gutiérrez Vega un legado de originalidad y lucidez metafórica

Quien dirigió La Jornada Semanal fue un poeta vital, define Fernando Serrano Migallón

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Silvia Molina, Adolfo Castañón, José Pascual Buxó, Fernando Serrano Migallón y Vicente Quirarte durante el homenaje que la Academia Mexicana de la Lengua rindió a Hugo Gutiérrez Vega (1934-2015)Foto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de octubre de 2016, p. 4

La Academia Mexicana de la Lengua rindió el pasado jueves un homenaje a Hugo Gutiérrez Vega (1934-2015), con motivo de su primer aniversario luctuoso.

En el Museo Tamayo Arte Contemporáneo José Pascual Buxó, quien presidió ese acto, señaló que se hizo en reconocimiento a la enorme significación poética de su obra y de toda la actividad académica y diplomática del autor de Las peregrinaciones del deseo.

Fernando Serrano Migallón, académico, historiador y especialista en derechos humanos, recordó a Gutiérrez Vega, quien dirigió el suplemento cultural La Jornada Semanal, como un intelectual de grandes pasiones que dejó la actuación y el teatro para saltar a la vida pública.

Fue un hombre de pensamiento y de acción. En el campo creativo debemos recordarlo como un poeta vital que reunía al mismo tiempo productos literarios junto a la poesía; era también actor, orador, articulista, pero sobre todo un gran conversador, indicó.

Periodista cultural apasionado

De manera especial, Serrano Migallón se refirió a la voz clara, pura y joven del poeta jalisciense. “Tenía en la palabra un arma precisa y un medio lindo y certero para transmitir su pensamiento y el de los autores que llevaba al teatro.

“Dejó una obra llena de originalidad, lucidez metafórica y sinceridad. Tenía facultades que difícilmente se dan en una sola persona, decisión firme para acercarse al público y una facilidad natural para entender y comunicarse con quienes lo escuchaban.

“Quienes tuvimos la suerte de compartir con él –explicó Serrano Migallón–, lo recordamos como un verdadero oasis de satisfacción erudita y estética. Con decisión se dedicó a buscar la verdad e intentar otros caminos políticos que pensaba le permitirían desarrollarse de acuerdo con su conciencia.”

También dijo que el poeta siempre logró unir la libertad con la alegría. Siempre estuvo atento al amor, a la alegría, como buen optimista a un futuro mejor, pero jamás pudo sobreponerse a la desigualdad, a la injusticia y al dolor frente a la tragedia de los problemas humanos.

La escritora Silvia Molina definió a Gutiérrez Vega como un hombre de naturaleza dulce y cariñosa, un memorioso extraordinario, un actor y director teatral por firme vocación; un catedrático riguroso, un periodista cultural apasionado, un conversador fascinante, pero sobre todo un gran poeta.

Cuando piensa en él, Molina lo ve como un sabio, un humanista de ésos que ya no se encuentran con facilidad.

El escritor Adolfo Castañón, quien también recordó algunas anécdotas con Hugo Gutiérrez Vega, dijo que el poeta fue un diplomático, hombre de mundo, pero sobre todo un sabio ser humano, generoso, atento a seguir sin traicionar los pasos y los llamados de su vocación.

Margo Glantz, Margit Frenk, Eduardo Matos Moctezuma, Vicente Quirarte y Javier Garciadiego, colegiados de la Academia Mexicana de la Lengua, asistieron al tributo rendido al poeta.