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Paul Ryan, líder débil e ineficaz, sostiene; que se alejen, ahora voy a pelear como quiero

Trump declara la guerra a la cúpula desleal republicana

Analistas se preguntan si en el futuro el partido podrá superar el creciente conflicto interno

Hillary Clinton repunta en las encuestas y en entrevista se ufana: soy yo o el Apocalipsis

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Paul Ryan, el republicano electo más poderoso en Estados Unidos, presidente de la Cámara de Representantes, ha declarado que no impulsará más la campaña del candidato presidencial Donald Trump y se enfocará en mantener la mayoría del partido en ambas cámaras del Congreso. El magnate respondió ayer que celebra que me hayan quitado los grilletes para actuar con toda libertadFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de octubre de 2016, p. 25

Nueva York.

Donald Trump declaró la guerra a dirigentes del Partido Republicano desleales, profundizando una crisis que amenaza tanto su candidatura como el esfuerzo de su partido de mantener la mayoría en ambas cámaras del Congreso, en la recta final de una elección cada vez más inusual que podría dañar permanentemente el sistema democrático estadunidense.

El abanderado atacó hoy a Paul Ryan, el republicano electo más poderoso del país, presidente de la cámara baja, a quien calificó de líder débil e inefectivo, después de que el legislador anunció el lunes que ya no defendería a Trump ni haría campaña a su favor, y sugirió a sus colegas que se dediquen, con él, a defender la mayoría en el Congreso.

Trump agregó, en una serie de tuits, que “los R’s (republicanos) desleales son mucho más difíciles que la Hillary chueca, atacando desde todos los lados. No saben ganar. Yo les enseñaré”.

Esto, después de que 40 senadores y representantes federales (según el conteo de Ap hasta la fecha), junto con otras figuras reconocidas del partido, anunciaron en el transcurso de los últimos días que no apoyarán la campaña de Trump.

El multimillonario festejó el abandono de algunos de los miembros de la cúpula del partido, por lo que ahora podrá maniobrar mucho más libremente. “Es tan bueno que me hayan quitado los grilletes y ahora puedo luchar por America de la manera que quiero”, escribió en Twitter.

La videograbación hecha hace una década con comentarios de Trump, donde cuenta sobre sus actos y deseos de agresión sexual contra mujeres, difundida el viernes por el Washington Post ha provocado la peor crisis no sólo de la campaña del magnate, sino de su partido, lo que ha llevado a que varias figuras poderosas rompan abiertamente con su candidato, entre ellos Ryan, el senador John McCain (a quien Trump atacó de nuevo personalmente hoy) junto con gobernadores y veteranos como la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice (quien envió el mensaje: ¡Basta ya!)

Eso ha provocado a la vez una furiosa respuesta de promotores de Trump dentro del partido, que acusan a los dirigentes de ayudar a la agenda de Clinton, y ha llevado a que algunos analistas cuestionen si en el futuro el partido podrá superar este creciente conflicto interno.

Ryan abandonó al candidato, pero no retiró su respaldo a Trump, aunque fuentes dentro de su equipo no descartan que eso pueda ocurrir próximamente. Pero otras figuras aún no se atreven a hacerlo, en gran medida porque enfrentan campañas de relección en las que dependen en parte de bases electorales leales a Trump.

Los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, ambos ex precandidatos presidenciales, reiteraron su apoyo a Trump, mientras deploraban sus comentarios sobre mujeres, con la justificación de que un triunfo de Clinton es aún más inaceptable. Desearía que tuviéramos mejores opciones para presidente, pero no quiero que Hillary Clinton sea nuestra próxima presidenta, por lo tanto no he cambiado mi posición, afirmó Rubio en un comunicado.

Rabiosos promotores de Trump usaron los ataques contra su candidato como prueba de que la cúpula política desea frenar al insurgente. El gobernador de Maine, el ultraconservador Paul LePage, no sólo reafirmó su apoyo, sino que declaró que ya que la constitución está rota, tal vez lo que se necesite es que Trump demuestre poder autoritario en nuestro país y recuperar el imperio de la ley.

Aunque las encuestas y expertos parecen indicar que Trump ya se hundió, algunos recuerdan que los expertos han pronosticado eso antes sólo para sorprenderse. Y es que gran parte de sus filas no se limita sólo a un sector ultraderechista, antimigrante y racista, sino que está compuesto de trabajadores que han sufrido constante deterioro en sus condiciones de vida y se sienten abandonados por todos en su propio país, sobre todo por las cúpulas políticas de ambos partidos. Por lo tanto, aunque dirigentes del partido denuncian a Trump, esto de cierta manera comprueba que Trump no es parte de esa cúpula y es el único que les está prometiendo recuperar sus empleos y ese país que antes sentían que les pertenecía.

Por su lado, Clinton, quien goza de un repunte significativo en las preferencias registradas en las encuestas más recientes, continuó reprobando las cualidades personales de Trump para asumir la presidencia. Hoy, en gira de campaña por Florida, estuvo acompañada de Al Gore, quien fue vicepresidente en el gobierno de su esposo, candidato presidencial y proclamado campeón ambientalista.

En un amplio perfil y entrevista con la revista del New York Times, Clinton señaló que está confiada en triunfar en las elecciones, y subraya lo que es, al final, su carta más potente en esta elección: soy la última cosa que queda entre usted y el Apocalipsis.

Mientras tanto, se multiplican respuestas y esfuerzos para enfrentar a Trump por varios frentes. En el debate nació un nuevo hashtag, #MuslimsReportStuff, en respuesta a un comentario de Trump de que se necesita que “los musulmanes… reporten el odio” dentro de su comunidades a las autoridades. De repente como protesta, hubo todo tipo de reportes por las redes sociales, por ejemplo uno que afirma: soy musulmán, y me gustaría reportar a un hombre loco que amenaza a una mujer en un escenario en Misuri (donde Trump y Clinton realizaron el debate).

Los comentarios vulgares de Trump en el video, incluyendo “yo les agarro la panocha (pussy en inglés)” también detonaron otra campaña online con el mensaje de #PussyGrabsBack el día de las elecciones. La escritora canadiense Kelly Oxford solicitó el viernes pasado que mujeres le enviaran por Twitter sus experiencias de asalto sexual, poniendo la suya primero; la respuesta fue abrumadora, con más de 27 millones de personas que respondieron o visitaron su página de Twitter en tres días.

Por otro lado, nacen nuevos proyectos artísticos como el impulsado por el autor Dave Eggers, donde artistas musicales (Death Cab for Cutie, REM, Aimee Mann, entre otros) grabarán canciones originales que serán difundidas una cada día de aquí al próximo 8 de noviembre (30days30songs.com).

Para mayor información sobre la campaña presidencial en Estados Unidos