Sociedad y Justicia
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En ese país, Zeus Capetillo encontró una pareja y adoptó un hijo

Vine a Canadá para ejercer con libertad mi homosexualidad
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de octubre de 2016, p. 37

Toronto.

Canadá ha dado al mexicano Zeus Sjon Capetillo la libertad de ejercer su homosexualidad: aquí encontró una pareja estable y pudo cumplir su sueño de adoptar a un hijo.

Noah, de seis años, vive con ellos desde hace dos años y ha entendido que tiene dos papás. La sonrisa ha vuelto al rostro de este niño al sentirse amado y protegido.

No hay ninguna garantía de que el bienestar de un niño lo provea sólo una familia convencional, afirmó Zeus, quien hace nueve años dejó su natal Ciudad de México para radicar en Montreal y gozar del respeto que este país brinda a la comunidad LGBT. Vine a Canadá para tener más libertad sexual, aquí me siento más libre que en México, dijo en entrevista.

Zeus y el canadiense Gabriel Gohier viven juntos desde hace seis años y el gobierno de Quebec los reconoce como unión libre, con todos los derechos de un cónyuge. En Canadá las personas del mismo sexo tienen derecho, como cualquier pareja, a adoptar a un menor.

Siempre tuve la fibra para ocuparme de niños, ayudé a mis hermanas con mis sobrinos y un buen amigo en México descubrió que era gay cuando ya había tenido un hijo y lo crió con su pareja homosexual. Desde entonces lo admiré. Si ellos pudieron, es que sí se puede hacer.

Después de terminar con sus trámites migratorios y ya con una pareja estable, Zeus manifestó a Gabriel su deseo de ser papá. La idea le pareció difícil, pero la aceptó y conocimos a otras parejas gays que habían adoptado niños.

En un principio pensaron en adoptar un niño mexicano, pero se dieron cuenta de que eso sería muy difícil. Así que iniciaron el proceso de adopción como cualquier pareja heterosexual en Quebec, donde la autoridad pide que tenga estabilidad y autosuficiencia, que no tengan antecedentes penales y que la relación sea verdadera y sicológicamente sana.

En Quebec, no por el hecho de haber sido gays tuvimos un trato diferente, sino que nos pidieron lo mismo que a todas las parejas, como historia familiar, solvencia económica, etcétera.

Zeus Sjon (nombres de origen griego y escandinavo) destacó que el proceso de adopción me pareció maravilloso porque nos están pidiendo todo lo mejor para que un niño viva bien; tendría que ser así para todos los padres en general, que vean que eres estable, solvente, que puedes educar a un niño.

Después de dos años y medio de estudios socioeconómicos, apareció Noah, quien había estado en casas de cuidado temporal porque su madre, debido a problemas sicológicos, no podía cuidarlo.

El mexicano explicó que ante la falta de capacidad de la madre para hacerse cargo de su hijo, la oficina quebequense de protección al menor interfirió por el bienestar del menor.

Pese a su corta edad, el pequeño Noah sabe que su familia está compuesta por dos papás y así se lo explica a su maestra.

En la guardería, cuando la directora le preguntó a Noah quién era su papá, éste contestó: Tengo una mamá que casi no veo, pero tengo dos papás.

Zeus relató que cuando fueron a México con su hijo adoptivo tuvieron que reducar a la familia y se dieron cuenta del rechazo o desinformación que todavía hay al respecto.

El padre adoptivo mexicano dijo sentirse muy feliz de haber alcanzado su sueño en Canadá y lamentó que en México todavía exista una doble moral.

“Ya es hora de que la gente se despierte, porque no es verdad que por el hecho de ser gay no puedes educar a un niño, ni que porque eres heterosexual lo educas mejor.

La garantía para desarrollar una familia es el amor, es lo único que un niño necesita, no necesariamente los papás biológicos, sino que necesita sentirse amado, manifestó.