Sociedad y Justicia
Ver día anteriorLunes 10 de octubre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Expertos identifican dos nuevos marcadores tumorales

Buscan en la UNAM mejorar diagnóstico y tratamiento para el cáncer de mama
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de octubre de 2016, p. 35

El Programa de Investigación en Cáncer de Mama del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha obtenido resultados prometedores en las estrategias para mejorar el diagnóstico temprano y el tratamiento.

Alfonso León del Río, académico del IIB, explicó que hace cuatro años este proyecto –en el que participan nueve laboratorios de Ciudad Universitaria y otros de los institutos nacionales de Cancerología y de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ)– trabaja a corto plazo para encontrar mejores diagnósticos tempranos que incrementen la posibilidad de sobrevivencia de las pacientes y mecanismos para controlar el tumor. La meta a largo plazo es que este tipo de cáncer y otros se vuelvan enfermedades crónicas controladas.

Información difundida por la UNAM indica que los científicos que participan en el proyecto han logrado identificar dos nuevos marcadores tumorales: unas proteínas denominadas NHERF-2 y TTP, cuya expresión cambia cuando las células pasan de sanas a cancerosas, y que podrían utilizarse como método de diagnóstico o para abrir la puerta a nuevos tratamientos.

Explicó que una de esas proteínas (oncoproteína) funciona como acelerador y la otra como freno (supresor tumoral) de la división celular. Cuando la regulación de los niveles de estas proteínas se pierde, el resultado es la división sin control de las células. Por ello, se requiere vigilar la velocidad a la que éstas crecen.

Alejando Zentella, del IIB en el INCMNSZ, ha encontrado que la dexametasona –fármaco análogo al cortisol utilizado para controlar el vómito en las pacientes que reciben quimioterapia– también echa a andar un mecanismo que protege a las células (incluidas las malignas) de morir, por lo cual el efecto es contrario al deseado.

Los niveles de este fármaco en el organismo son más elevados por la mañana, justo cuando la mayoría de las pacientes reciben la quimioterapia. Si esa hormona natural protege a las células de la apoptosis o muerte programada, podemos sugerir que el tratamiento se administre por las tardes.

León del Río indicó que se ha identificado una proteína que denominaron ERAP-1 (estrogen receptor associated protein), la cual produce las células de cáncer de mama en cantidades muy elevadas y aumenta su velocidad de proliferación y capacidad para formar tumores.

Ahora tratamos de identificar qué hace esta proteína, que es un factor de transcripción, que al unirse al ADN altera los patrones de expresión de diversos genes. Conocer la forma en que los genes cambian su expresión en respuesta a esa proteína puede ayudar a comprender la causa por la que los tumores dejan de responder al fármaco.