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Penultimátum

¿Exorcismo para México?

L

os teólogos más críticos con algunos dogmas de la Iglesia y parte de la jerarquía católica calificaron de acierto que Juan Pablo II y Benedicto XVI declararan la inexistencia del purgatorio como aquel lugar adonde iban a expiar sus pecados las almas antes de lograr entrar al reino de los cielos, rodeadas de ángeles, arcángeles y querubines. Del purgatorio salían gracias a los rezos y limosnas de los creyentes. Cabe señalar que los astronautas, las naves espaciales y los geólogos no han visto en el universo o en lo más profundo de la Tierra un sitio como el que por seis siglos describió la Iglesia católica. Tampoco el limbo, donde yacen las almas de los que mueren sin ser bautizados.

Ambos pontífices definieron el purgatorio como un fuego interior que purifica el alma del pecado. Un camino hacia la plenitud. También aclararon que tanto el paraíso como el infierno no son lugares físicos, sino estados del espíritu, muy diferentes a como se presentan simbólicamente en la Biblia. Benedicto XVI precisó que aunque el infierno existe y es eterno, no es un sitio donde las almas sufran entre las llamas las más refinadas torturas, peores que las utilizadas por la Inquisición. Esta nueva interpretación no gustó a muchos jerarcas del catolicismo que usan todavía al cielo y al infierno para afincar su poder sobre los creyentes.

En cambio el que sí existe y hace de las suyas en el mundo es el demonio. Recientemente murió Gabriele Amorth, por décadas exorcista del Vaticano y de la diócesis de Roma. Tenía 91 años de edad y fue quien fundó la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), que cuenta con 250 integrantes de 30 países, entre ellos México.

Autor de varias obras sobre el tema, del que era el experto más reconocido de la Iglesia, Amorth se ufanó de haber expulsado al Maligno de las personas de las que se había apoderado. Lo venció en, por lo menos, 70 mil ocasiones. Sin embargo, nunca fue requerido para sacarlo del cuerpo de algunos integrantes de la Iglesia poseídos por El Chamuco. Como Marcial Maciel. O Jozef Wesolowski, ex embajador del Vaticano en varios países (el último República Domincana), acusado de pederastia y pornografía infantil. Murió antes de ser sentenciado por la justicia del Vaticano.

El año pasado el papa Francisco sostuvo que Satanás está vencido definitivamente. Sin embargo, a México el diablo lo castiga con mucha bronca. No precisó si el castigo y la bronca son fruto de que Satanás se haya apoderado de algunos funcionarios, políticos y empresarios enriquecidos con el dinero público; líderes del crimen y hasta de obispos y cardenales. Urge entonces la presencia de la Asociación Internacional de Exorcistas para sacar al Maligno del país y así contribuir a solucionar los problemas más graves que padece.