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Economía Moral

Agnes Heller y las teorías de las necesidades humanas/ IV

Valoración inicial del esquema de necesidades humanas de la joven Heller

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ara llevar a cabo una valoración inicial del esquema de necesidades (N) construido por la joven Agnes Heller (AH) en Teoría, praxis y necesidades humanas, que analicé en las dos entregas anteriores (23 y 30 de septiembre), empiezo comparándolo con el esquema de N de Abraham Maslow (AM), apoyándome en dos cuadros de mi propia elaboración. Escojo a AM como punto de comparación porque es la teoría de N más conocida, es consistente, y es anterior al escrito de Heller. También porque he encontrado un fuerte consenso alrededor de todas las N postuladas por AM, con la execpción de las N estéticas.

En el cuadro 1 comparo la clasificación de N de ambos. AM distingue: 1) N organizadas en lo que llama la jerarquía de prepotencia; y 2) las N (cognitivas y estéticas) que deja fuera de dicha jerarquía (cognitivas y estéticas). Las primeras las divide, a su vez, en 1.1 N básicas o deficitarias, y 1.2. una N del ser o de crecimiento (la N de autorrealización). La jerarquía de prepotencia expresa que si todas las N básicas están insatisfechas, la persona sentirá (y perseguirá la satisfacción) , sobre todo de las fisiológicas, que son las de mayor prepotencia. Si sólo las fisiológicas están astisfechas, el individuo estará dominado por la seguridad y así sucesivamente. En la clasificación de AH hay también 2 grandes categorías: 1. N existenciales (NE), basadas en el instinto de autoconservación, y 2. N propiamente humanas (NPH), que la autora divide en alienadas (NPHA) y no alienadas (NPHNA), introduciendo el concepto marxista de alienación como criterio de clasificación.

En el cuadro 2 he desplegado la lista desagregada de N definida por ambos autores, incluyendo las N de AH en el renglón con la mayor afinidad con las de AM, lo cual permite identicar sus acuerdos y desacuerdos. Hay pleno acuerdo en las N de alimentación (fisiológicas en AM) y también en incluir aquí la satisfacción sexual, distinguiéndola del amor. En amor, amistad o afecto, coinciden también, pero no en seguridad que es omitida por AH. El autor que con mayor detalle aborda las N fisiológicas es el antropólogo social Bronislaw Malinowsky en su Teoría científica de la cultura, quien incluye en este grupo la comodidad y control de temperatura corporales, así como el cuidado para la salud y para el crecimiento físico. La N de pertenencia de AM encuentra una cierta equivalencia en las de contacto social y cooperación de AH, que la concibe como NE. Es el reconocimiento en ambos, pero visto desde ángulos muy diferentes, del carácter social del ser humano, que también se expresa en las N de afecto (amistad) y amor. Otra coincidencia es la N de realización de sí a través de la objetivación en AH, con la autorrealización en AM. La teoría de la objetivación marxista se refiere a la corporización en obras, en productos, de las capacidades humanas: el pintor se objetiva en la pintura que crea, el artesano en el objeto que fabrica. Resulta difícil, sin embargo, comparar el texto de AH en el que este punto es sólo la frase en cursivas, al de AM que se expresa en varios libros, uno de ellos centrado en la autorrealización. La visión de AH parece más reducida al limitar la realización de sí a la objetivación, lo que correspondería a sólo uno de cinco grupos de rasgos de la esencia humana que derivé de György Márkus, referente a la realización en el trabajo creativo. (Véase el cuadro 3.2 en el capítulo 3 de mi tesis doctoral, disponible en julioboltvinik.org). Esta visión deja fuera las dimensiones de la conciencia, la universalidad, la libertad y la sociabilidad. Es decir, para AM la autorrealización involucra todas las dimensiones de la esencia humana.

Las N de estima y de autoestima, centrales en AM están totalmente ausentes en el planteamiento de la joven AH. La única N de la lista de AH asociable con las N cognitivas y estéticas de Maslow es lo que llama actividad cultural. AH en su lista mezcla satisfactores (S) con N: la actividad cultural es un S de las N de saber, entender y de belleza, pero no es una N, sino un medio para su satisfacción. La tipología de satisfactores (S) que he formulado incluye bienes y servicios (objetos), relaciones, actividades, capacidades, instituciones, y conocimientos/teorías. El tiempo libre es uno de los recursos (o fuentes de bienestar) que incluyo en mi tipología de fuentes de bienestar. Por ejemplo, el tiempo libre es el recurso que utilizamos para leer, para investigar, que son satisfactores (actividades) de nuestras N cognitivas. (Véase mi artículo Elementos para la crítica de la economía política de la pobreza, en Desacatos, No. 23).

Seis rubros listados por AH como N no están incluidos explícitamente en la lista de AH (véase el último renglón del Cuadro 2). Uno de ellos es la N general de actividad, que AH clasifica como NE. Coincide en ello con Malinowsky, quien, en el libro ya citado, identifica un impulso proveniente de la intranquilidad, al que el ser humano responde con actividad, que produce una fatiga satisfactoria. Aunque AH en este caso también toma un S como N, coincide con un elemento central del pensamiento de Marx y de Márkus, para quienes el ser humano es un ser activo que sólo puede satisfacer sus N mediante su propia actividad, y para el cual la aplicación de las capacidades desarrolladas se vuelve una N específica.

Maslow no reconoce como N las tres pasiones que AH enuncia como N propiamente humanas alienadas (NPHA): de dinero, de poder, y de fama, que son insaciables. Por una parte, hay que notar que éstas son N específicas de algunas sociedades y no N universales como las demás. Por otra parte, AM concibe que “la frustración de N básicas es patogénica” y que una persona frustrada en cualquiera de sus N básicas puede ser concebida como enferma o menos que humana. Como en las N básicas AM no incluye las N estéticas, parecería que las NPHA podrían ser equivalentes a éstas. Las NPHA no caben en el esquema de Maslow porque son como las adicciones, que mientras mayor es su persecución más dañan al ser humano. En cambio la satisfacción de N lleva a la salud y su insatisfacción a la enfermedad.

julioboltvinik.org