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Participación del investigador estadunidense en foro auspiciado por la UNAM

México arribó a la vida independiente sin una economía, considera John Tutino

Los insurgentes del Bajío de 1810 destruyeron el capitalismo de la plata, postula

Estados Unidos no era nada en la economía global

Circula en español su obra Creando un nuevo mundo

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John Tutino (de anteojos) y Adolfo Gilly durante la segunda jornada del encuentro que se desarrolla en el auditorio Pablo González Casanova de la Facultad de Ciencias Políticas y SocialesFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de octubre de 2016, p. 5

México se fundó sin una economía, no por problemas del imperio o de política. Fue porque los insurgentes del Bajío de 1810 destruyeron el capitalismo de la plata, de donde provenía la mayor parte del dinero no sólo del país, sino del mundo, dijo John Tutino, catedrático en la Universidad Georgetown de Washington.

La anterior es una de las tesis que el investigador plantea en su libro recién publicado en español Creando un nuevo mundo: los orígenes del capitalismo en el Bajío y la Norteamérica española, publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).

Esa obra reúne el trabajo de sus 10 años de insurgencia histórica, explicó el autor durante su participación en la segunda sesión del ciclo La historia en tiempos de cólera: investigación, imaginación y escritura, que se desarrolla en el auditorio Pablo González Casanova de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tutino indicó que su búsqueda del devenir del capitalismo en la historia de la Nueva España ha sido un viaje largo de exploración que le dio sorpresas, como fue descubrir que las familias del Bajío, antes insurgentes, “se quedaban con tierras mucho después de 1820, por décadas; oficialmente eran arrendatarios, pero pagaban cuando querían.

Además, entre esa nueva sociedad del Bajío después de la insurgencia, con la tierra distribuida en familias, no operando como grandes haciendas, una tercera parte de los arrendatarios eran mujeres y no pobres. Con estas rancheras prósperas hubo una apertura en contra del patriarcado tradicional.

El investigador señaló que dos terceras partes de la plata que producía la Nueva España se iba a Europa (principalmente a Inglaterra, Italia, Holanda, de ahí un poco a India), y la restante a China.

En América, las dos economías más importantes y dinámicas en el siglo XVIII eran la de azúcar y esclavos, y la de la plata. Fueron los dos motores antes de 1810. Estados Unidos no era nada en la economía global. Por eso cuando la insurgencia destruyó el capitalismo de la plata en el Bajío cambió la vida de todos en ese lugar y de muchos en el mundo, por ejemplo en China, y en 1821 México tuvo que buscarse otra economía.

Uno de los organizadores del ciclo La historia en tiempos de cólera, el historiador Adolfo Gilly, dijo que este encuentro, el cual reúne las voces y obras de varios de sus colegas, tiene sentido y entendimiento propio, no es una suma de posiciones disímbolas, es un conjunto de estudios mexicanos que nos dice cómo el pasado engendró su futuro, el cual somos nosotros, y cómo la historia nos enseña que nosotros, mientras vivimos intensamente en este tiempo nuestro tan tumultuoso y colérico, estamos creando un futuro que apenas imaginamos.

El lunes 10 de octubre el ciclo proseguirá con Gilly y Rhina Roux, quienes reflexionarán en torno al tiempo histórico de hoy, el de la digitalización y los cambios en la relaciones de producción, una época turbulenta que apenas vislumbramos.

El jueves 13, Luis Fernando Granados, otro de los coordinadores de ese foro, hablará de un episodio crucial: la revolución de Independencia como rebelión de los oprimidos en aquel centro de la vida mexicana que era el Bajío, y su conexión simbólica y temporal con la precursora revolución de Haití, donde se desencadenó el ciclo entero de las independencias americanas, adelantó Gilly.

El lunes 17, continuó el investigador, Romana Falcón nos dirá de la vivacidad política y social de la sociedad rural mexicana en los tiempos del siglo XIX y de la gestación social de un personaje político que transfigurado sigue presente entre nosotros: el jefe político porfiriano.

El viernes 21, Claudio Lomnitz nos referirá las aventuras y los imaginarios de Ricardo Flores Magón, uno de los héroes que nos dieron una revolución y un cambio focal fundante del tiempo turbulento de nuestro siglo XX, en cuyos tiempos finales nacieron todas y todos quienes hoy pueblan esta universidad.

De la turbulencia y herencia de este cambio, detalló, hablarán el día 25 Felipe Ávila y Pedro Salmerón, historiadores de la Revolución Mexicana. Cerrará el ciclo el jueves 27 Antonio García de León, Premio Nacional de Ciencias y Artes 205 en el área de historia.

La cita en todas las sesiones es a las 13 horas en el auditorio Pablo González Casanova de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.