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Acusa al ex presidente de ser el comandante máximo de la red de corrupción en Petrobras

Reta Lula a fiscal de Brasil: Pruebe una corrupción mía e iré a pie a ser detenido
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El ex presidente brasileño Luiz Incio Lula da Silva saluda a sus simpatizantes al término de una conferencia de prensa en un hotel de la ciudad de Sao Paulo el jueves pasadoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 17 de septiembre de 2016, p. 19

Sao Paulo.

El ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva rechazó este viernes acusaciones de que es el principal cabecilla en el caso de corrupción en Petrobras (Lavado de autos) y retó a los fiscales a presentar pruebas que lo incriminen.

“Como en un enredo de folletín, crearon un epílogo: (eligieron a Michel) Temer, destituyeron a Dilma, después (al diputado Eduardo) Cunha (artífice del impeachment que destituyó a la ex presidenta Rousseff) y ahora quieren destruir la vida política de Lula”, aseveró el ex mandatario entre llantos y risas durante una reunión del Partido de los Trabajadores realizada en un hotel de esta ciudad, donde se efectuaron manifestaciones en apoyo del ex gobernante.

El también líder histórico del Partido de los Trabajadores, acusado el miércoles pasado por el fiscal de Curitiba, Deltan Dallagnol, de ser el comandante máximo de la gigantesca red de corrupción, dada a conocer en marzo de 2014, que ha puesto en jaque a gran parte de la clase política brasileña y desangró a la estatal Petrobras, dijo estar hablando como un ciudadano indignado.

Lula, quien gobernó Brasil de 2003 a 2010 y posiblemente será candidato en 2018, reiteró su inocencia frente a las acusaciones que lo colocan en el centro de las investigaciones de la operación Lavado de autos y retó a los fiscales a presentar pruebas concretas en su contra. No estoy por encima de la ley. Cuando la transgreda, castíguenme, expresó Lula, quien según las encuestas sería el político con más votos en una primera vuelta electoral, pero con un índice de rechazo que le impediría imponerse en la segunda vuelta.

Prueben una corrupción mía e iré a pie a ser detenido, subrayó Lula.

Junto con él estuvieron sus abogados, quienes el jueves denunciaron ante el Consejo Nacional del Ministerio Público las supuestas irregularidades cometidas por los fiscales, los cuales lo acusaron el miércoles en una concurrida rueda de prensa.

Un deplorable espectáculo en el que, para los letrados, se violó la presunción de inocencia del ex presidente y se emitieron juicios de valor, en un proceso deliberado de condenación pública.

Lula consideró que el odio de las élites contra sus políticas sociales explica buena parte de las turbulencias que llevaron a finales de agosto a la destitución de Rousseff en el Senado por manipular las cuentas públicas, un golpe suave según describió, que derivó en el encumbramiento del Michel Temer al frente del país.

El penúltimo capítulo fue la destitución del diputado ultraconservador Eduardo Cunha, artífice del impeachment, pero muy desgastado por las acusaciones de corrupción.