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En Pekín miles de chinos acudieron al mausoleo del líder para rendirle homenaje

Con la muerte de Mao, hace 40 años, se inició carrera contrarreloj para momificarlo

Nada había sido preparado, señala especialista en enfriamiento termoeléctrico

 
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de septiembre de 2016, p. 4

Pekín.

A la muerte de Mao Zedong, hace 40 años, la dirigencia china, entre ella su viuda, decidió momificarlo y exponer su cuerpo. Para ello, Xie Piao, responsable de un programa experimental de enfriamiento termoeléctrico, fue convocado en mitad de la noche con la finalidad de preservar el cadáver.

Nadie pensaba en la muerte del presidente Mao el 9 de septiembre de 1976. Nada había sido preparado, recuerda Xie, de 75 años, y afirma estar más bien orgulloso de participar en este desafío.

Mao quería ser incinerado, pero la dirigencia china, entre ella su implacable viuda Jiang Qing, decidió que el fundador de la China comunista fuera embalsamado y expuesto, como el dirigente soviético Lenin y el fundador del partido comunista vietnamita, Ho Chi Minh.

Para su cuerpo se creó un mausoleo en la plaza Tiananmen, en el corazón de Pekín.

Convocado a mitad de la noche, Xie Piao recuerda que vio el cuerpo en un féretro de vidrio y madera al calor de las lámparas del Palacio del Pueblo, sede del parlamento chino.

En esa época, los sistemas chinos de refrigeración no eran muy eficaces. Pero pedir ayuda al rival soviético o a su vecino vietnamita no estaba en los planes.

No podíamos congelar el cuerpo. Orden de los médicos. Nuestro objetivo era hacer bajar la temperatura a 4 o 5 grados, explica Xie en su primera entrevista concedida a un medio extranjero.

La tecnología (de enfriamiento) era fiable. Era muy simple, dice. El miedo llegó después, agrega.

Escondido detrás de las flores

En las horas que siguieron, la temperatura del nitrógeno que rodea el cuerpo es reducida a ocho grados, pero el sucesor de Mao, Hua Guofeng, reprocha a Xie utilizar un método experimental, recuerda.

La tensión aumentó con el desfile, día y noche, de los máximos dirigentes que acudían a despedir al fundador de la nueva China en 1949.

Una vez, estaba tan cansado que me dormí en pleno trabajo. No tuvimos tiempo de dormir durante cinco o siete días, dice.

Foto
Mao Zedong (1893-1976), artífice de la China comunista, en imagen de archivo, en un lugar desconocido. El cuerpo del ex presidente del país asiático se encuentra ahora en una pieza oscura, vestido de gris, y su rostro encerado luce espesos cabellos negrosFoto Xinhua

La tensión política en el momento de la muerte de Mao aumenta la presión. Hasta el punto de que cuando llegó la viuda de Mao, Xie Piao se esconde detrás de las flores por miedo a sus ataques de ira, según un relato que publicó por primera vez este año en la prensa china.

Al cabo de ocho días, su misión fue calificada de concluida. Xie dice que no siguió las demás etapas del proceso químico para embalsamar el cuerpo en formol. Pero considera que no es fiable el relato del ex médico de Mao, Li Zhisui, quien dice que vio hincharse la cabeza del ex mandatario como un balón de futbol.

Las autoridades chinas dieron pocos detalles sobre la conservación del cuerpo de Mao, en la que participaron unas 400 personas, según Xie.

La dirección de la revista Yanhuang, que publicó el relato de Xie, fue destituida poco después, en agosto.

Los errores del líder

El cuerpo de Mao se encuentra ahora en una pieza oscura. Está vestido de gris y su rostro encerado luce espesos cabellos negros. El pasado viernes, miles de chinos acudieron para rendirle homenaje en el aniversario de su fallecimiento, día en que no hubo conmemoraciones oficiales.

El Partido Comunista, que dirigió el país hacia el camino de las reformas y de la apertura, reconoció los errores del que impulsó la desastrosa política económica del gran salto adelante en 1957.

El programa terminó con una hambruna que dejó decenas de millones de muertos, seguido por la violencia totalitaria de la Revolución Cultural (1966-1976), que continúa traumatizando a los chinos.

Aunque haya controversia, pienso que el cuerpo de Mao fue útil durante estos años, estima Xie Piao. Representa un sostén, un punto de referencia para los chinos, asegura, incluso aunque haya vuelto a ver el cuerpo del dictador sólo una vez, en los años 80, y haya estado muy ocupado para rendirle homenaje la semana pasada, 40 años después de su muerte.