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Hasta el minuto 54, La Máquina goleaba 3-0 a las Águilas

En sorprendente remontada, América vence 4-3 a Cruz Azul

Fue una victoria histórica: Martínez

Nos intimidamos, admite Boy

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Los americanistas festejan eufóricos el gol que les dio el triunfoFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de septiembre de 2016, p. a15

El América revivió cuando parecía aniquilado y remontó para arrebatar la victoria al Cruz Azul, para dejar el marcador 4-3, en un duelo que tuvo ecos de aquella final electrizante entre estos protagonistas.

La Máquina reavivó ese temor supersticioso pero irrefutable de que lo suyo es caer en los momentos decisivos.

Tuvo sometidas a las Águilas durante gran parte del juego con un 3-0 en el primer tiempo que parecía decisivo, pero una expulsión de Aldo Leao y un gol de Oribe Peralta metieron a los amarillos al partido.

El primer tiempo fue de dominio absoluto de los Cementeros, ante un América desdibujado y temeroso de volver a fracasar en un clásico, pero en la segunda parte el equipo de Coapa regresó a la vida.

Al minuto 17, Pablo Aguilar cometió una falta que sólo podía entenderse como fruto del nerviosismo. El cobro le quedó inmejorable para Christian Giménez. La muralla de americanistas sólo fue un trámite para el Chaco, quien con un derechazo artesanal marcó un bello gol.

Sólo transcurrieron cuatro minutos más para que Giménez se convirtiera en la figura del partido. Jorge Benítez se metió al área de las Águilas con una insolencia que debió resultarles ofensiva. Recortó a uno, dos y tres rivales, y cuando parecía que perdía la pelota, apareció un inspirado Chaco para empujar el segundo gol de la tarde.

América estaba viviendo otra vez la pesadilla de una inminente goleada en puerta –parecía la segunda consecutiva tras la derrota ante Chivas–, los jugadores lucían agobiados, preocupados de que el equipo se desmoronaba. Al minuto 25 Benítez de nuevo burló a la defensa amarilla. Se llevó a dos rivales y Rubens Sambueza, presa de la desesperación, derribó al Conejo y el árbitro no dudó en marcar penal. Al cobro llegó Francisco Silva, quien fusiló sin complicaciones a un atribulado Moisés Muñoz.

Algún regaño debió retumbar en el vestidor de los de Coapa porque volvieron con mejor talante. Al 54 todo cambió: Aldo Leao propinó un pisotón a Javier Güémez, pifia con lo que regaló su expulsión para dejar a La Máquina con 10 elementos.

Después todo fue una nueva historia. La respuesta americanista fue inmediata, Osvaldo Martínez envió un servicio que Oribe Peralta aprovechó para meter el tanto de los visitantes y así revitalizar a su equipo con el 3-1.

El juego era otro en ese momento. Michael Arroyo estuvo cerca de anotar en un tiro indirecto que Jesús Corona salvó con un vuelo vistoso, pero un minuto después Renato Ibarra envió un gran centro que Silvio Romero convirtió en el 3-2 que puso al estadio en un gran alarido.

Cada pelota del América levantó a los aficionados celestes presas de la angustia. Al 82 celebraron la entrada a la cancha del nuevo fichaje, Érick Cubo Torres, con la esperanza de que devolviera la calma al partido.

El empate flotaba en el estadio Azul. Sambueza fue el capitán que no había sido hasta entonces y en el minuto 90 envió el balón para que Pablo Aguilar lograra el empate 3-3.

Sólo hacía falta un poco para que América lograra la remontada y devolviera ese terror a Los Cementeros de volverla a cruzazulear. Una volea de Romero dio el 4-3 y La Máquina estalló.

Si el banquillo de Ambriz parecía tambaleante, la victoria le dio oxígeno para mantenerse. Mientras en Cruz Azul algo debió de cimbrarse con una derrota que parecía imposible.

Osvaldo Martínez lo resumió bien. Fue una victoria historica, un 3-0 que parecía irreversible, pero cuando nos lo propusimos lo conseguimos. Tras el medio tiempo el equipo habló y se recuperó el orden. Se disculpó por la derrota ante Chivas, pero aseguró que este triunfo era para Ambriz y toda la gente a la que le fallaron en aquel clásico.

Tomás Boy fue directo a los motivos del fracaso celeste: América parecía muerto, pero ya vimos que no... Es una verdadera tontería lo que hizo Leao, no sé en qué estaba pensando.

Agregó que Cruz Azul perdió el partido. Fuimos brillantes, pero después una sombra, nos intimidamos, hay que admitirlo. El equipo se desmoronó tras el primer gol, pero también se sintió agredido por el arbitraje. Es horrible perder este juego.