Cultura
Ver día anteriorSábado 20 de agosto de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El cincuentenario de su novela De perfil, tema de un conversatorio de tres escritores

Rendirán homenaje a José Agustín en el Palacio de Bellas Artes

Leer esa obra de un extraño autor sin apellido hizo que Juan Villoro hallara en la literatura su vocación

Participará en ese acto al lado de Rosa Beltrán y Enrique Serna

Foto
En la novela De perfil, de José Agustín (Acapulco, 1944), publicada por la editorial Joaquín Mortiz en 1966, el narrador lanza un grito de juventud, desenfadado, lleno de ironía y de rigor pero también de esperanza. La imagen, durante una entrevista con La JornadaFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de agosto de 2016, p. a11

Hace 50 años el escritor José Agustín (Acapulco, 19 de agosto de 1944) publicó su novela De perfil, que es un grito de juventud, desenfadado, lleno de ironía pero también de rigor y de esperanza para revolucionar la existencia o enajenarse en ella.

La lectura de la obra del autor guerrerense, quien ayer cumplió 72 años, es amena, incluso muchos jóvenes se han divertido con sus novelas, cuentos y crónicas.

Con motivo del cincuentenario de la primera edición del libro De perfil, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, los escritores Rosa Beltrán, Enrique Serna y Juan Villoro conversarán este domingo sobre esa obra que publicó el sello Joaquín Mortiz en 1966.

En su obra Los once de la tribu, Villoro escribe que uno de los momentos que cambiaron el curso de su vida fue cuando se encontró con la novela de un extraño autor sin apellido, que logró el rapto predilecto de los escritores: ganar a alguien para la literatura.

En su libro de crónicas, Villoro recuerda que fue en el verano de 1972 cuando se encontraba de vacaciones entre la secundaria y la preparatoria que le ocurrió una especie de milagro. “Sonó el timbre y Jorge Mondragón, cuyo nombre de guerra era El Chinchilín, entró a mi casa ¡con un libro! Los ojos le brillaban como si contemplara la legendaria jugada de pizarrón entre el Yuca Peniche y el Morocho Dante Juárez. El ideal de Mallarmé se consumó en la recámara: para Jorge, el mundo se había convertido en un libro: De perfil, de José Agustín”.

Como un trozo de vida

Juan Villoro señala que ignoraba que se pudiera escribir ficción en primera persona y, al igual que su amigo Jorge, leyó De perfil “como un trozo de vida. Con la enorme vanidad de la adolescencia, la novela me gustó tanto como si yo la hubiera escrito. ¿Cómo había hecho el autor para conocer hasta mis tribulaciones más íntimas? El protagonista no tenía nombre porque José Agustín quería evitarme el quemón de que me reconocieran en la calle. La novela transcurría en las vacaciones entre la secundaria y la preparatoria y era demasiado semejante a mis días sin brújula.

“Hasta ese momento decisivo yo creía que un romance era ‘literario’ si el beso lo daba un griego. Durante esas vacaciones no hice más que leer De perfil. Fuera de sus páginas todo me parecía ficción. Desde la ventana del departamento veía las azoteas, los pájaros que volaban de unas antenas de televisión a otras, y me preguntaba qué estarían escribiendo en las casas de enfrente; de golpe percibía mi colonia como una colmena de escritores, resultaba inconcebible que alguien se dedicara a otra cosa, la realidad se había vuelto un enorme pretexto para escribir novelas.”

Después de leer el libro de José Agustín, Villoro encontró en la literatura su vocación, porque los libros gravitan sin cesar en nosotros, trabajan por los días fugados, y acaso ésta sea la razón por la que, aun en la era de la imagen y sus ingenierías, no podemos prescindir de ellos.

A lo largo de su texto, el autor de Los once de la tribu comparte su afición a la lectura, pero sobre todo su fascinación por el mundo de José Agustín, ése que al ver a su amigo alterado no tuvo más remedio que leer el libro, que fue como “ir perdiendo en la parte baja de la séptima entrada, con dos outs y dos strikes en la pizarra. Abre De perfil con recelo y lee las primeras páginas. La pelota está en el aire. Un segundo después gritan los cronistas: ¡Hombre en la inicial! Otro lector ha llegado a primera base, la fabulosa zona que ya corresponde al resto de su vida”.

En opinión de Villoro, si José Agustín, autor de la Tragicomedia mexicana, recibiera las regalías de todos los libros que se han leído gracias a él, estaría nadando en la alberca de Elvis Presley.

Múltiples reconocimientos

Por su trayectoria literaria y aportes a las letras mexicanas, el narrador guerrerense ha sido galardonado con los premios Latinoamericano de Narrativa Colima 1983; Mazatlán de Literatura 2005, por su libro Vida con mi viuda, y Nacional de Ciencias y Artes, en Lingüística y Literatura en 2011.

El homenaje José Agustín: 50 años De perfil se efectuará mañana a las 12 horas en la sala Ponce (Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro Histórico).