Río de Janeiro.

El equipo femenino de gimnasia de Estados Unidos refrendó en Río 2016 la medalla de oro olímpica, mientras la estrella Simone Biles se adjudicó así el primero de sus cinco posibles metales dorados.

Biles, de 19 años y 1.45 metros de estatura, y sus compañeras Lauren Hernandez, Alexandra Raisman, Gabrielle Douglas y Madison Kocian tuvieron puntuación de 184.897, mientras Rusia consiguió la plata con 176.688 y China el bronce con 176.003, después de pasar por los cuatro aparatos.

Unas 12 mil personas colmaron ayer la Arena Olímpica de Río para ver a las gimnastas, como había ocurrido en las eliminatorias. Estados Unidos, campeón en las ediciones de Atlanta 1996 y de Londres 2012, obtuvo el primer sitio en todos los aparatos –salto, barras asimétricas, suelo y barra de equilibrio– después de 12 ejercicios.

Para Biles, dueña de un récord de 10 títulos mundiales y única mujer que ha logrado tres campeonatos seguidos en el concurso general, este oro es el primer metal que se cuelga en Juegos Olímpicos.

En su debut olímpico, la gran figura de la gimnasia estadunidense podría llevarse otros cuatro títulos, pues quedó primera en las eliminatorias de todos los aparatos, menos en barras asimétricas, con lo que podría convertirse en la primera mujer en ganar cinco oros en los mismos juegos.

Brasil, único país latinoamericano en la prueba por equipos, quedó último de los ocho participantes. El conjunto estadunidense tuvo algunos errores, incluso de Biles, pero esas imperfecciones no le impidieron que superara ampliamente a sus rivales por un margen récord.

En un deporte donde décimas de punto pueden significar la diferencia entre el oro y ninguna medalla, el margen de 8.209 puntos fue una victoria aplastante.

De hecho, sólo hubo 4.601 puntos que separaron al equipo ruso, que ganó la medalla de plata, del ocupante del último lugar, el anfitrión Brasil. China quedó a apenas 0.685 de las rusas.

Con la presea dorada de este martes, el equipo femenil de gimnasia de Estados Unidos dio a su entrenadora Martha Karolyi, de 73 años, el comienzo de una despedida digna en las finales olímpicas al ofrecer toda una exhibición de clase y precisión.