El aguacate sigue en precios considerados insultantes por los consumidores. En mercados públicos, centros comerciales y tianguis el kilogramo fluctúa entre los 65 y 80 pesos, mientras en la central de abasto de la Ciudad de México una caja de 10 kilogramos cuesta de 35 a 50 pesos.

Envuelve un aguacate y llévalo a la fiesta de cumpleaños, bromean algunos jóvenes en un supermercado al mirar cuánto cuesta el kilogramo del aguacate Hass –de los huertos de Michoacán–; su expresión es de sorpresa al ver que el del etiquetado orgánico es de 47.50 pesos por pieza.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados de la Secretaría de Economía, los precios del fruto empezarán a bajar en tres semanas, pues ya se inició la nueva temporada de cosecha en Michoacán, entidad que aporta 80 por ciento de la producción nacional. Es probable que esto incida en la estabilidad o incluso en ajustes ligeros a la baja, ya que la oferta se considera consistente y la demanda se observa contraída, asentó.

La Asociación de Productores y Empacadores de Aguacate de México, con sede en Michoacán, informó que en la temporada 2015-2016 se cosecharon 981 mil 690 toneladas, de las cuales se exportaron 859 mil 524, principalmente a Estados Unidos. Datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación establecen que la producción en 2015 fue de 1.6 millones de toneladas, aportadas sobre todo por Michoacán, Jalisco y estado de México.

La Procuraduría Federal del Consumidor informó que el precio promedio en la zona metropolitana de la Ciudad de México es de 54 pesos, pero en otras entidades –del norte y sureste particularmente– el precio máximo es de 80 pesos.

El escandaloso incremento –situación similar a la de 2011– obligó a los diputados a exhortar a la Comisión Federal de Competencia Económica que previniera, investigara y sancionara los acuerdos entre empresas productoras y comercializadoras que pudieran estar involucradas en el aumento del fruto.