Sí, el poder anula al individuo; lo reduce, y a los de alrededor, afirmó el actor Jesús Ochoa la noche del pasado martes, al final del estreno de la obra I.D.I.O.T.A., que coprotagoniza con Itatí Cantoral, en el teatro Fernando Soler del Centro Teatral Manolo Fábregas, donde tendrá una temporada de 12 semanas.

La premisa de la historia es la siguiente: un hombre cualquiera (Ochoa) se presenta a unas muy bien remuneradas pruebas sicológicas que forman parte de un experimento de una fundación científica. Sin embargo, lo que él define inicialmente como una manera sencilla de solucionar sus problemas económicos se convertirá en una trampa, tanto física como sicológica.

Ochoa hace sentir en el público, o recordar, esos periodos de crisis económicas por las que casi todo ser humano cruza, al no tener trabajo ni dinero, y con deudas que ahogan, sin que nadie quiera o pueda ayudar.

Itatí Cantoral encarna a la empleada sicóloga que aplica el examen. Fría, dueña de la situación, aplicará el test y hará aparecer al interfecto como débil de carácter. Cuando se carece de dinero el ser humano se torna inseguro. A tal grado es llevada la situación, que el inocente examinado se proyecta hasta como un potencial asesino.

En un momento, la sicóloga dice al endeudado que esa prueba se ha aplicado en varios países y demuestra que los mexicanos alcanzan uno de los niveles más altos en soportar una vida horrorosa por las deudas, sin protestar. Esta idea pesa sobre el público como una losa, dada la circunstancia de las recientes alzas a las gasolinas y a la luz. Todo mundo se puede quejar, pero soporta impuesto tras impuesto, alza tras alza.

Morris Gilbert, productor de I.D.I.O.T.A., expuso: Creo que esta obra es, de alguna manera, la historia de todo el orbe, en todas partes. Se puede adaptar porque trata de los pueblos que aguantan a los gobiernos corruptos, explotadores. Esto ha pasado en todas las épocas y sí es increíble cómo aguantamos. En México... qué se puede decir, pero esto pasa en todo el mundo. La obra trata de cómo el poder anula al individuo; invita a reflexionar, a pensar, para no caer en trampas.

Mario Iván Martínez, quien en el teatro Hidalgo estelariza La jaula de las locas, comentó: “Me parece que en un país donde ya no se lee ni el periódico y donde el resultado académico de nuestros jóvenes es paulatinamente más deplorable, una obra pensante como ésta requiere de un público sumamente alerta. Al mismo tiempo, creo que se da en un momento muy adecuado, porque si uno ve las obras que hay en otros países el desempeño académico de los jóvenes es mucho más alto, y allá estas puestas son mucho más frecuentes.

Celebro que el teatro se aleje de comedias predecibles o chabacanas. Si hay clichés, puede ser relativo. De repente estás en un espacio onírico que, a pesar de ser México y con referencias muy directas a nuestro país, ese espacio onírico resulta muy sabroso.

El teatro Fernando Soler no tiene problemas de acústica; no obstante, en algunas frases las voces de Jesús Ochoa y de Itatí Cantoral se oían bajas de volumen. Mario Iván Martínez comentó que la educación actoral antes enfatizaba ese aspecto. “Gente como Ignacio López Tarso se escucha hasta la última fila... Bueno, de López Tarso... (quien recién salió de problemas de salud y regresará a la obra Un Picasso) él está en un ciclo de vida tan rico y próspero. Es como con William Shakespeare, quien le da personajes variados al actor. Don Ignacio es la ejemplificación del actor, cuando se llega a su edad con esa fuerza y amor por el teatro.”

Reto magno

Jesús Ochoa agregó que esta puesta en escena implica un reto magno. Es una obra muy gozosa. Para mí el poder destruye al individuo, pero también a los que están alrededor de él. Es duro.

Remolinos de reporteros envolvieron a cada actor. Itatí les dijo: Gracias por todo su apoyo. Esperando que la gente venga para que vea esta obra de humor negro. Para mí Jesús Ochoa ha sido un maestro. Es un compañero maravilloso. Esta obra le puede gustar a la gente joven. No es compleja, no es difícil de entender. Dura hora y 20 minutos en un solo acto.

La dirección es de Jaime Matarredona y Nelson Valente, quienes dan el ritmo a esta intensa comedia negra con tintes de thriller.

Las funciones son en el teatro Fernando Soler del Centro Teatral Manolo Fábregas, los jueves, a las 20 horas; viernes, a las 19 y 21; sábados, a las 17 y 20, y domingos, a las 16:30 y 18:30. Boletos: precio único 600 pesos, en taquilla del foro y en Ticketmaster.