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La nueva obra maestra de la flaca sublime
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Periódico La Jornada
Sábado 2 de julio de 2016, p. a16

En los estantes de novedades discográficas esplende una delicia.

Andando el tiempo (discos ECM), así, en español, se titula la nueva obra maestra de una de las artistas definitivas para la historia contemporánea de la música que antes se llamaba jazz y que ahora reina en el territorio de lo absoluto, derribadas las fronteras de la síncopa y todos los formatos conocidos de una música que así se ha renovado, reinventado.

Este álbum fascinante significa el festejo por su cumpleaños número 80, el 11 de mayo pasado y el disco apareció en público seis días antes.

Estamos hablando de música de concierto. De un estado de esplendor. La sabiduría de una compositora que ha madurado sus ideas al extremo de hermanar su canto al piano con el de Felix Mendelssohn, Claude Debussy, Erik Satie y los mejores músicos del Caribe y las melodías mexicanas que ella ha escuchado desde siempre y todo eso se asoma en este disco fascinante.

Lovella May Borg nació el 11 de mayo de 1936 en Oakland, California; a los 17 años conoció a uno de los más grandes genios de la música que antes se llamaba jazz y que hoy es territorio insondable: Paul Bley. Juntos hicieron música itinerante. Ella cambió su nombre a Karen Borg, luego a Carla Borg y cuando se casó con Paul Bley adoptó el apellido; él la impulsó a hacerse compositora. Aun después de su divorcio ella conserva el nombre de Carla Bley.

Con otro genio, Charlie Haden, la flaca sublime enarboló causas comunistas con la Liberation Music Orchestra y así sus batallas las ha ganado todas, como jefa de la Carla Bley Band, trabuco de ensoñación con la que ha inundado el mundo discográfico con puras maravillas.

Uno de los discos con su banda es de los favoritos del Disquero: Social Studies, de los cuales el track dos, titulado Reactionary Tango, comparto aquí porque es un referente del disco que hoy nos ocupa, como veremos más adelante. Una acotación: al inicio del video, la flaca sublime explica al público: esta es una obra en tres partes, por favor no aplaudan entre las pausas, sólo hagan de cuenta que están en una sala de música de concierto; pueden carraspear o toser, pero no aplaudan. Es algo serio, dice entre broma y serio. Lo cierto es que ella ingresó desde hace muchos años, sin aspavientos, al territorio de la música de concierto. (De todos modos, como suele suceder en las salas de conciertos, el público aplaudió entre movimientos. Jeje).

Disfruten:

https://goo.gl/XxA17F

Si escucharon y vieron el video, habrán notado una célula motívica que repta, desliza, hiende, sobrevuela toda la pieza: un ritmo de tango que, ahora sí, nos sirve de referente para analizar el nuevo disco, pues la primera de las tres obras que conforman Andando el tiempo es también tripartita y está animada por exactamente el mismo pulso rítmico de tango y es también música de concierto.

Sin Fin; Potación de Guaya; y Camino al Volver, son los nombres de sus partes (de la obra, je: breve homenaje a Les Luthiers) y está preñada de misterio, magia, buen humor y muchos hallazgos musicales.

No hay aquí riffs, solos, predominio de la síncopa, ninguno de los lugares comunes de lo que antes se llamaba jazz. Hay, en cambio, solsticios, volcanes, tundra, estepa, sabana, selva, Caribe. Música muy fina.

En el primer movimiento, Andy Sheppard enarbola el sax tenor, mientras la flaca sublime descrucifica las teclas del piano y su pareja amorosa, Steve Swallow, hace nacer una golondrina (swallow, jeje) de su instrumento y en su vuelo se entreteje un paraíso. En el segundo movimiento, Sheppard pastorea (Shepperd, jeje) a placer con sax soprano para que el tercer movimiento emerja como un embrujo, una ensoñación: precisión matemática con tan sólo dos o a veces tres, a veces una sola nota. Magia. Magia pura.

Siempre dirigiendo desde el piano, de manera similar a como dirige su gran banda, de manera idéntica a como un director de orquesta y al mismo tiempo solista al piano dirige a la orquesta a un lado del podio, la flaca sublime escancia Saints Alive, la siguiente composición y después Naked Bridges/ Diving Brides, donde la maestra hace una cita: la Marcha Nupcial de Mendelssohn, con un dejo lindo de ironía y todo a partir de un poema de Paul Haines.

He aquí la continuación de Trios, el álbum que grabaron estos mismos músicos en 2013. He aquí la magia de la música que nace en el cerebro, se anida en el alma y suena desde el corazón.

He aquí la nueva obra maestra de la flaca sublime.

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