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Queremos que la gente conozca su mundo para que no los discrimine: Alberto Lomnitz

Con claridad y humor, Seña y Verbo hace oír sentimientos y derechos de los sordos

En El misterio del circo donde nadie oyó nada se enfatiza la importancia de la comunicación

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La detective Maraña ofrece un divertido y aleccionador acercamiento al mundo de los sordos mediante un misterioso caso de desaparición en un circoFoto cortesía de la Secretaría de Cultura CDMX
 
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de junio de 2016, p. a10

Los sordos hacen oír sus sentimientos por medio del lenguaje de señas mexicano en la obra de teatro El misterio del circo donde nadie oyó nada, en la que el primer planteamiento al público es: ¿Cómo explicar algo a quien no oye nada si no sé su modo de comunicarse?

Para que la gente adquiera conciencia sobre la necesidad de conocer los derechos de los sordos, para que éstos tengan oportunidades de empleo, no sufran bullying o discriminación, esta obra tiene el valor de la claridad y buen sentido del humor, apto para toda la familia, expresó en entrevista Alberto Lomnitz, director de esta puesta en escena que se presenta los fines de semana en el teatro Sergio Magaña. Así, la compañía Seña y Verbo ofrece este espectáculo capaz de hacer reír e inspirar a toda la familia.

Lomnitz es coautor del texto con Carlos Corona; participan cuatro actores y un músico, quienes son los encargados de resolver el caso de una misteriosa desaparición.

Diversión y aprendizaje

Por medio del teatro, explicó Lomnitz, se busca un acercamiento divertido al mundo de los sordos. La historia se inicia cuando la detective Maraña recibe en su oficina la visita de una misteriosa mujer, y lo primero que debe resolver es cómo comunicarse con ella, porque es sorda. Poco a poco, el caso va quedando claro: fue contratada para encontrar a una persona que desapareció del circo. Todos los artistas son sordos, quienes enseñan el abecedario y algunas palabras en Lengua de Señas Mexicana (LSM). Sin duda es el caso más difícil –y el más divertido– de su vida.

Lomnitz expuso que Seña y Verbo: Teatro de Sordos es una asociación artística y educativa única en América Latina, dedicada a promover la lengua y la cultura de los sordos mediante obras de teatro originales de alta calidad, y una variedad de cursos, asesorías y talleres de divulgación.

“Nuestra compañía profesional de teatro, integrada por actores sordos y oyentes, presenta durante todo el año obras para adultos y para niños, en las cuales la LSM se combina en escena con el lenguaje hablado, para crear espectáculos que gozan sordos y oyentes por igual.

“En casi 24 años de trabajo, Seña y Verbo ha producido 21 obras originales, con más de 2 mil representaciones, 15 giras internacionales y frecuentes recorridos por la República Mexicana. El misterio... es apta para niños desde los tres años.

El director agregó que esta es la obra de la compañía que más ha perdurado. “El tema de la sordera siempre está implícito en nuestro teatro, porque nuestros actores son, en su mayoría, sordos. El público puede aprender el lenguaje para sordos viendo a una persona comunicándose con él en el escenario. Se va aprendiendo el lenguaje visual y se complementa el auditivo. Los sordos son, para mí, dirigibles, pues tienen una gran capacidad de observación. Tienen desarrollado el sentido de la vista y expresan por medio del cuerpo, reproducen lo que ven y caracterizan. Además, nuestros actores llevan muchos años entrenándose en la compañía. Son de primer nivel, a pesar de su sordera. Al final de cuentas estamos generando una cultura de respeto, de aceptación de lo diferente.

En el caso de esta obra los niños que asisten entienden sobre la importancia de la comunicación. Es decir, esta obra está más dirigida a niños oyentes, quienes pueden tener su primer acercamiento a la cultura para sordos, y con ellos interactuar. A mí no me parece nada difícil de aprender el lenguaje de sordos. Sólo con verlos podemos imaginar de qué se trata. Yo me puedo comunicar con ellos. Son muy hábiles.

Proyecto didáctico

Cuando surgió la idea de escribir esta obra, precisó, se fijaron la meta de que fuera didáctica para los niños oyentes. “Hicimos primero una investigación sobre cómo se comunican los sordos, así como sobre el impacto de ellos al tomar contacto con un no sordo. Por ser diferente. De ahí lo siguiente fue pensar en cómo hacer para que fuera divertido, y qué mejor que con un detective. El misterio... es especial, porque forma parte del repertorio de Seña y Verbo, que es el proyecto de mi vida y el cual dirijo. Este es mi proyecto personal, el que yo proyecté. Siento un respeto enorme por la cultura de los sordos. La obra la escribí en 2000, se ha repuesto varias veces y la hemos actualizado con nuevas escenas y vestuario. Tenemos 24 años de existencia como compañía y hemos montado casi igual número de obras. Una al año, con un repertorio de nueve”.

El misterio... se presenta los sábados y domingos, hasta el 26 de junio, a las 13 horas, en el teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María la Ribera, cerca del Metro San Cosme).