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Carlos Fernández-Vega
Isocronías

Del impulso creador

OEA en Venezuela: injerencia inaceptable
E

n un gesto de insólito intervencionismo, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, invocó ayer la Carta Democrática, firmada en 2001 por los países integrantes de ese organismo, para convocar a su Consejo Permanente a abordar el rompimiento del orden constitucional y su efecto grave sobre el orden democrático en Venezuela. De esa manera el funcionario internacional toma partido abiertamente a favor de la oposición de ese país sudamericano, da por hecho que impera en Caracas una interrupción del orden constitucional o que hay ausencia de un gobierno legítimo –únicas circunstancias en las que un secretario general de la OEA puede invocar unilateralmente la Carta Democrática– y orilla a ese organismo a un franco rompimiento con el poder ejecutivo venezolano.

Ricardo Yáñez
El Correo Ilustrado

Reconocer el derecho a la libre movilidad evitará tragedias de migrantes, afirma

L

a muerte recurrente de migrantes en el Mediterráneo, en los desiertos de África, y en camino hacia Estados Unidos y Australia es mucho más que una tragedia multiplicada, cuyos rostros nos interpelan a todas y todos. Constituye también un crimen de lesa humanidad por reflejar los resultados predecibles, y por ende prevenibles, de las políticas migratorias y de desarrollo del primer mundo. Estas políticas producen la migración forzada de millones de personas cada año en búsqueda de la concreción de su derecho a una vida digna.

El nuncio Prigione y la tiranía eclesial
E

l tictac del reloj se sentía fuerte en la silenciosa salita de la nun­ciatura. La mañana era muy fría ese 15 de enero de 1994. Esperaban ahí sentados Antonio Roqueñí, apoderado legal de la arquidiócesis de México, y el sacerdote jesuita Enrique González Torres. Por fin, Girolamo Prigione hace presencia y de entrada escucha la grave voz de Roqueñí: Señor nuncio, usted ha cometido muchos errores. Su presencia ya no es grata, déjenos actuar a nosotros como mexicanos y católicos mayores de edad. No necesitamos su tutela. Sorprendido por la expresión inusitada Váyase, señor nuncio, Prigione contesta: No me voy, esperaré la indicación de mis superiores. Seguiré trabajando aquí hasta que mis superiores me remuevan. González Torres arremete: Nosotros vamos a informar a Roma. Con el cinismo del hombre de poder, Prigione revira: No les van a creer (Proceso, 22/1/1994). En ese momento era el hombre más poderoso de la Iglesia pero el asesinato de Posadas, en mayo de 1993, y su arremetida obsesiva contra Samuel Ruiz responsabilizándolo del levantamiento zapatista, exhibían los excesos de su capacidad de operación política y los límites de su tiranía eclesial.

Bernardo Barranco V.
El tercio priísta
A

rmado con 38 por ciento del voto de los mexicanos, el PRI ha venido maniobrando para gobernar esta República. Habría, claro está, que tijeretear tal porcentaje hasta dejarlo en 28 por ciento para apreciar en su real dimensión el presumido apoyo popular. Votantes que provienen, en su mayoría, de la ruralidad, la escasa escolaridad y la pobreza. La intervención de sus aliados (PVEM y Panal) cooperan con al menos 6 por ciento y las marrullerías tradicionales, junto con las de nueva confección (Monex, Soriana) ponen su resto. El equilibrio a duras penas conseguido en las finanzas nacionales no coloca al priísmo en una posición de ventaja ante las simpatías ciudadanas. Por ahora el ánimo dominante le es opuesto, por no afirmar que le es francamente contrario a sus ambiciones de continuidad. El volumen de las transacciones económicas (PIB) no alcanza para mejorar, ni un poquitero ápice, el bienestar colectivo. Los índices de pobreza han aumentado y la desigualdad imperante sigue su ruta ascendente sin esperanza alguna de, al menos, atemperar su feroz carrera. Las reformas legislativas conseguidas a matacaballo no le acercan, al priísmo en el poder federal, tal y como reiteradamente prometieron, las palancas deseadas para cambiar su precaria legitimidad. Se han extraviado, como grupo político, entre el bullicio de una sociedad alebrestada y sus impunes trapacerías. Y, por si lo anterior no fuera suficiente, la violencia se adueña de mayores porciones del territorio nacional, a pesar de las mil y una burocráticas juntas de supuesta estrategia. Mientras el respeto a los elementales derechos humanos de la población prosigue su ruda confrontación con las autoridades de los distintos niveles de gobierno.

Morena en perspectiva, una hipótesis
T

anto en Europa como en América Latina se están imponiendo dos peculiaridades en relación con los procesos electorales: los partidos tradicionales están siendo desplazados por falta de credibilidad y los que han triunfado en los comicios recientes son nuevos o son alianzas o coaliciones de varios partidos. Esta es la tónica general que desarrollo ampliamente en mi próximo libro Democracia, participación y partidos, que espero esté a la venta a finales de junio.

Luis Linares Zapata
Octavio Rodríguez Araujo
Venezuela: entre chicanas y sectarismos
I

ncontinencias del Pepe Mujica: Maduro está más loco que una cabra. ¿Sorprende? A Néstor Kirchner, ya fallecido, lo trataba de tuerto y baboso, y a Cristina de vieja y araña mala para después rectificar: Es notable. No puedo dejar de admirarla. Ah… ¡qué Pepe! ¿Cuándo es que los esfínteres mentales empiezan a fallar?

Tasa de ganancia y neoliberalismo
E

n su evolución, las economías capitalistas siempre han mostrado que su necesidad de crecer es acompañada por periodos de crisis y estancamiento. Esta es la historia del capital: que las mismas fuerzas que impulsan su desarrollo son las que conllevan un ingrediente de inestabilidad y crisis. Y la era moderna no es ninguna excepción.

José Steinsleger
Alejandro Nadal