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Presentaron Pecado, la novela más reciente de la narradora colombiana

Laura Restrepo pide construir una ética laica, porque la religiosa se derrumbó

La humanidad no alcanza a crear parámetros para confrontarnos ante nuestros semejantes, afirma

En México, por el crimen, caminamos sobre una alfombra de huesos viejos y recientes: Poniatowska

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Elena Poniatowska, Felipe Restrepo y Laura Restrepo Pombo en una librería del sur de la Ciudad de México, donde fue presentada Pecado (Editorial Alfaguara), libro de la escritora colombianaFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Viernes 20 de mayo de 2016, p. 5

La ética es un tema que está a la orden del día, porque el ser humano se encuentra en un callejón sin salida, pues enfrenta el derrumbe y erosión de la ética religiosa, dijo la escritora colombiana Laura Restrepo en la presentación de su novela Pecado, en la cual aborda precisamente las aristas y perplejidades que provoca ese asunto.

Explicó que “existen muchos pensadores en todo el mundo ocupándose de la ética; la urgencia la sentimos por todos lados, pues al desplomarse la ética religiosa no hemos construido una ética civil o laica.

La ética religiosa, de manera tajante, señalaba qué estaba bien y qué mal; pero la humanidad no alcanza a construir parámetros para confortarnos frente a nuestros semejantes. Quizá la democracia fue un intento, ¡pero le han metido una serie de horrores!, a tal grado que hoy la democracia hace posible la existencia de mamarrachos como Donald Trump.

La narradora consideró que el político estadunidense, precandidato republicano en las elecciones presidenciales de su país, es la encarnación de lo que hoy es la falta de ética; el gran payaso sangriento.

El mal, drama de la humanidad

La presentación de Pecado, libro publicado por Alfaguara, se efectuó la tarde del miércoles en la librería Gandhi, en Miguel Ángel de Quevedo, en un salón repleto de seguidores y amigos de la narradora, quien estuvo acompañada por su coterráneo, el periodista Felipe Restrepo Pombo, y por Elena Poniatowska, colaboradora de La Jornada, quien señaló que por desgracia el crimen es quizá el pecado al que más acostumbrados estamos los ciudadanos del siglo XXI. En México es pan de cada día, caminamos sobre una alfombra de huesos viejos y de otros muy recientes.

Laura Restrepo coincidió en que en su país natal y aquí “el mal se ha hecho presente de una manera muy notoria, con expresiones bastante brutales. Uno de los problemas tanto de los mexicanos como de los colombianos es que nos azotamos con nuestro propio drama, como si fuera único. Pero, para bien o para mal, no lo es.

El mal es el drama de la humanidad, con el aditamento de que hoy no existe una tabla de valores.

Por fortuna, dijo Poniatowska, “el arte puede vencer a la estupidez humana, aunque ojalá pudiéramos invitar aquí a los padres de los 43 de Ayotzinapa para que participaran y sintieran que ellos son parte también, de cierta manera, de obras como El jardín de las delicias, la pintura de El Bosco (a partir de la cual Laura Restrepo escribió Pecado)”

Los presentadores coincidieron en que la idea del mal hoy es gelatinosa y escurridiza, como lo plasma Restrepo en las siete historias que forman su libro, escrito de una manera tropical, como quien toca el bongó, como quien junta las palabras con la cadera, como quien va arrimándolas con los pechos, con los muslos, barriéndolas con los cabellos y embarrándoles los vellos y los humores de una piel caliente y exacerbada, cimbra a cualquiera que la lea. O la baile. O la cante. O la escoja para poseerla o para venirse, describió Poniatowska.

Felipe Restrepo dijo que es notoria la cercanía de las letras de Laura con las del gran escritor colombiano Gabriel García Márquez.

La autora admitió que su literatura tiene reminiscencias muy claras de Gabo, pues los clásicos están ahí para que tomemos y aprendamos de ellos, pues no solamente nos entregaron una obra literaria, sino que moldearon el lenguaje que utilizamos y transformaron la propia realidad.

Poniatowska añadió que su conclusión al terminar de leer el libro de Restrepo es que pecar es muy sabroso, y en cuanto a la relación de Laura con Gabo consideró que es obvia, pero no una mancha. Me fascinaría tener una relación así con Shakespeare, por ejemplo. Si en México nos marcaron Juan Rulfo, Octavio Paz o Carlos Fuentes, qué bueno. Son influencias que debemos bendecir. Bueno, Laura no es religiosa, bromeó.

Restrepo respondió de inmediato: No lo soy, pero ante García Márquez, me arrodillaría.