Las medallas olímpicas de clavados en Río 2016 son un volado y deberá trabajarse duro para ganarlas con los muchachos, afirmó el entrenador Iván Bautista, quien confía en que solamente en equipo se logrará un buen resultado con Iván García y Germán Sánchez en los sincronizados de 10 metros.

Los subcampeones olímpicos de Londres 2012 y mundiales en Kazán 2015 concluyeron la temporada con la Copa del Mundo y series del orbe al ubicarse en las finales, luego de reponerse de lesiones que los llevaron al quirófano para cirugías de rodillas y hombros, y aún así estuvieron al nivel que demandaban las competencias.

El sacrificio es grande en ocasiones y hay altas y bajas, explicó Bautista ante el intenso calendario que tuvieron sus pupilos para obtener hace un año el pase a Brasil con el título panamericano en Edmonton, que después ratificaron en la justa rusa.

Cuando habla de sus niños maravilla, los ojos del mentor brillan como las preseas que ha compartido con ellos en casi una década en los escenarios internacionales.

Son disciplinados y con un potencial extraordinario. No estoy inventando y los han visto competir contra los mejores del mundo. A veces hacen increíbles ejecuciones y hay días en que no salen (los clavados). Es cuestión de trabajo, técnica y paciencia, refirió el técnico, que impulsa a las nuevas generaciones en Guadalajara con el apoyo del gobierno federal, estatal y municipal.

Los clavados son el deporte que más medallas olímpicas ha aportado al país (13 en total: un oro, seis platas y seis bronces) entre las 15 disciplinas ganadoras de preseas en diferentes ediciones. El máximo triunfador fue Joaquín Capilla, con cuatro (1-1-2).

En lo individual, explica Bautista, se trabaja con Iván para pulir el nuevo clavado de alto grado de dificultad que presentó en las series mundiales de Canadá y Rusia.

Considera que para estar en el podio hay que hacer 100 unidades, con calificaciones de nueve y 9.5. Será una competencia reñida y con margen mínimo de puntos.