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La PGR señala que en siete años hallaron 161; Sedena, 246, y ONG dicen que son 929

El problema de las fosas clandestinas, más grave de lo que reportan autoridades

Según la procuraduría, Guerrero es donde se comete más este delito; para la milicia, es Tamaulipas

 
Periódico La Jornada
Miércoles 13 de abril de 2016, p. 7

Los datos sobre fosas clandestinas en el país son muy variables, lo que impide tener una dimensión de la magnitud de este problema. Mientras la Procuraduría General de la República (PGR) reporta que de 2007 a 2014 se han encontrado 161, con 581 cuerpos, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) señala que hay 246, aunque no da el número de cadáveres hallados en ellas.

Ayer en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México, se realizó la mesa de discusión Fosas clandestinas, organizada por esa institución y el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, donde investigadores, especialistas en derechos humanos y servidores públicos hicieron énfasis en que los familiares de quienes son hallados en estas excavaciones no tienen acceso a la justicia.

Lucía Chávez, de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, presentó algunas cifras al respecto. Cuando se trata de información por estado, el número alcanza hasta 929 fosas, esto aun cuando 14 entidades no aportaron datos.

De los 161 sitios para la inhumación ilegal reportados por la PGR, Guerrero ocupa el primer lugar en número de fosas y de cuerpos hallados, con 66 y 179, respectivamente; seguido de Jalisco, con 37 y 75, y Morelos, con 11 excavaciones y 125 cuerpos.

Sin embargo, los datos de la Sedena muestran una situación diferente. De las 246 fosas contabilizadas por los militares, 99 fueron encontradas en Tamaulipas, 30 en Guerrero, 24 en Veracruz, 15 en Nuevo León y 13 en Durango.

Francisco Rivas, director del Observatorio, señaló que los datos muestran a Guerrero como la entidad que en los ocho años recientes –desde que comenzó la guerra contra el crimen organizado– tiene más casos de fosas clandestinas, pero es un fenómeno que se presenta en el resto del país.

No es un problema exclusivo de una región en específico, pero es más común donde hay regímenes autoritarios o una problemática compleja de inseguridad, señaló.

Rivas agregó que la mayor parte de las fosas clandestinas se encuentran en áreas rurales, pero quienes cometen este delito han encontrado algunas formas para inhumar los cuerpos. En Sinaloa, Sonora y Tamaulipas se suelen adaptar casas funerarias para hacer necrocirugías; en Oaxaca se utilizan panteones comunes; en Veracruz se llegan a usar hospitales civiles, mientras en Michoacán acondicionan viviendas para ese fin.

Roberto Ochoa, del IIJ, detalló una serie de delitos relacionados con la exhumación de cuerpos en fosas clandestinas: homicidio en todas sus modalidades, secuestro y privación ilegal de la libertad, tráfico de personas, desaparición forzada, tráfico de órganos y tortura, entre otros.