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Pensé que la restauración conservadora no iba a ser revanchismo, subraya

Responde la presidenta de Telesur al gobierno argentino: el medio no es parcial
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Venezolanizar el tema de la televisora introduce estereotipos, dice Patricia VillegasFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Martes 12 de abril de 2016, p. 15

La decisión de Argentina de abandonar Telesur se fundó, según Hernán Lombardi, ministro de Medios de ese país, en que la televisora multiestatal, fundada por Hugo Chávez, no es plural y el gobierno de Mauricio Macri no tiene injerencia alguna en sus contenidos.

Patricia Villegas Marín, presidenta de Telesur, ha respondido en los medios, porque hasta el momento no hay notificación oficial del gobierno argentino, ni a nosotros ni a ninguno de los gobiernos que forman parte de esta plataforma (Bolivia, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Uruguay).

A pesar de que a los ojos de los observadores era un paso natural del nuevo gobierno argentino, Villegas, de nacionalidad colombiana, se declara sorprendida: Pensé que la restauración conservadora no iba a ser revanchismo (en la definición de Emir Sader) y que algunos derechos por los que tanto hemos luchado en la región no iban a intentar ser borrados a punta de decretos y decisiones dichas en los medios de comunicación.

Villegas, fundadora de la plataforma que ahora dirige, repasa las aportaciones de lo que define como una factoría de contenidos latinoamericanos y caribeños, que recurre a todos los géneros periodísticos: la más extensa red de corresponsales para un medio de esta región del planeta, la cobertura de hechos noticiosos internacionales (diversas crisis en África, el terremoto en Nepal, etcétera), su presencia en señal abierta en Cuba y el uso gratuito que de sus contenidos hace una red de medios comunitarios en América Latina, que de otra manera no tendrían acceso a una mirada latinoamericana de los sucesos del mundo.

Cuando repasa el trabajo de Telesur, Villegas destaca otros logros: una corresponsalía en la zona rural de Guatemala, un seguimiento puntual de Ayotzinapa, y obligarse, en aras de realizar una cobertura profesional, a tener siempre un corresponsal extranjero en Caracas.

“No acepto que una persona, desde su mesita de trabajo, simplemente diga ‘esto no es plural’. Vamos a debatirlo, pero en serio. A nosotros, la audiencia nos interpela todos los días. Por ejemplo, el público cubano es muy exigente. A diario escribe, propone, pregunta. Aquí recibimos hasta cartas”.

Villegas describe, en una entrevista vía Skype con este diario, la manera en que se definen las coberturas y temas cruciales de la agenda. “En esta búsqueda nos peleamos, nos damos duro, porque rechazamos las etiquetas. El ministro Hernán Lombardi no tiene por qué respetarme, pero en Telesur hay mucha gente respetable a la que nunca le hemos impuesto nada. ¿Cree que, por ejemplo, le podríamos imponer algo a Paco Ignacio Taibo, uno de los escritores más reconocidos de América Latina? ¿O que le podríamos decir de qué hablar a Tariq Alí o a Adolfo Pérez Esquivel? No, no buscamos la unanimidad. Si hasta entre nosotros nos damos golpes sobre nuestra comprensión de la realidad.

Por eso me pongo como loba rabiosa cuando el ministro Lombardi habla de falta de pluralidad. ¡Coño, no es verdad! Pero incluso ese debate sobre la etiqueta que le quieren poner a Telesur para desprestigiarlo estoy completamente dispuesta a darlo.

–Para ponerlo en los términos que usaba, en broma, un corresponsal británico en Caracas: es el pleito de Discovery Chávez contra Golpevisión.

–Es mucho más que eso. Uno no siempre está de acuerdo con la visión del medio para el cual trabaja, pero no se puede poner una operación tan compleja como la de Telesur en blanco y negro. ¿Quieren que se debata la pluralidad? Adelante, pero vamos a dar un debate real. No me salgan con preconceptos o estereotipos.

“¿Cuántos medios tienen la amplitud que Telesur ha mostrado para hacer una discusión seria sobre sus contenidos? Telesur ha demostrado, en casi 11 años, que es más que ese intento por ponerle una etiqueta. A quien apuesta a que el debate se reduzca a esto le puedo hablar de lo que significa, para cualquier persona, tener información en español de la crisis nuclear en Japón o el terremoto en Nepal.

“Enmarcar el debate en esa dicotomía es lo que han hecho para desprestigiar nuestra señal, que apuesta por la pluralidad, por contar historias de todo el mundo.

Por ejemplo, en la cobertura del conflicto en la frontera colombo-venezolana éramos prácticamente el único medio que tenía periodistas de un lado y de otro. Podrá parecer que eso es lo obvio en una cobertura de ese tipo, pero así no está funcionando el periodismo.

El periodista uruguayo-venezolano Aram Aharonian, a quien muchos atribuyen un papel clave en el nacimiento del canal multiestatal, hizo en días recientes una encendida defensa de Telesur frente a la decisión argentina. En otros momentos, sin embargo, había enderezado críticas a la gestión de Telesur, sobre todo de que nunca fue un canal propiamente latinoamericano, sino que nació y siguió siendo venezolano, en el sentido de que el paso de sus coberturas lo marcaba la coyuntura del país de Chávez.

Villegas responde al respecto: “Aram se fue con el mérito de haber empujado la creación del canal, pero no ha estado en las grandes coberturas que hoy hacen de Telesur no una idea, sino una realidad.

Aram tiene también un punto de análisis muy interesante. El surgimiento de Telesur, como sabemos, influyó en la transformación de CNN en español, que ahora pasa documentales, aunque se ha atrincherado en una posición ideológica y política en contra de Cuba y de Venezuela. Por otro lado surge RTN 24, el canal de la ultraderecha colombiana para contrarrestar la apuesta de Telesur.

Si eso ha ocurrido en el otro lado del espectro ideológico, el contrapunto ha sido que, gracias a Telesur, ha surgido una nueva dinámica en los pequeños emprendimientos de comunicación en todo el continente.

Villegas se refiere a un gran número de televisoras y radiodifusoras comunitarias que reciben gratuitamente los contenidos de Telesur. Para esos medios, dice, es la única manera de tener una mirada de lo que está sucediendo en el mundo y desde la perspectiva de una agencia latinoamericana y caribeña de noticias.

Para Villegas, “venezolanizar el tema de Telesur” introduce estereotipos y etiquetas en la discusión y pretende encubrir la crónica de una censura en varios tiempos ocurrida en Argentina.

Primero, el ministro Lombardi hace el anuncio en las redes sociales, el periódico La Nación y CNN. Esa declaración se empalma con la decisión de las dos empresas de televisión por cable más importantes de sacar a Telesur de sus paquetes básicos. El argumento es que todos los canales internacionales tenían que ir a los paquetes de alta definición. Pero sucede que los espacios antes ocupados por Telesur son entregados a la propia CNN y a Televisión Española.

“¿El público argentino no querrá en sus pantallas un programa (De Zurda) con su máxima estrella de futbol (Diego Maradona) analizando todas las noches cada jornada del Mundial?”, pregunta Villegas.

Pues parece que no, según el gobierno de Macri.