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La muestra del pintor, en Casa Lamm

Demián Flores exhibe su identidad juchiteca en Estucos
Foto
Uno de la serie de 30 cuadros que componen la exposiciónFoto tomada del catálogo de la muestra pictórica
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de abril de 2016, p. 8

El acervo fotográfico del juchiteco Sotero Constantino Jiménez, rescatado por el artista Francisco Toledo y depositado actualmente en el Centro Fotográfico Álvarez Bravo, de Oaxaca, sirvió de inspiración al pintor Demián Flores (1971) para crear Estucos, serie de 30 cuadros exhibida actualmente en el Centro de Cultura Casa Lamm.

Desde hace un par de años, Flores revisa archivos de su familia, proceso que lo llevó a encontrar retratos de su abuela y bisabuela, aunque sin el sello respectivo, dedujo que procedían del estudio de Jiménez porque en los años 30 y 40 del siglo pasado era el único que había en Juchitán.

También se acordó que en 1983 Ediciones Era y el entonces Ayuntamiento Popular publicaron Estudio Jiménez: Sotero Constantino, fotógrafo de Juchitán, junto con Toledo, libro que rescató a ese maestro del mismo nivel que el guanajuatense Romualdo García.

Para Flores se trata de fotografías atemporales porque no es tanto una visión hacia el pasado, sino ver imágenes muy actuales por los trajes y la fisonomía.

De allí que hablan de una continuidad cultural y permanencia: “Jiménez logró registrar un momento de Juchitán bastante específico. Además, son años fundamentales porque entre 1930 y 1932 Serguei Eisenstein filma ¡Qué viva México!, con escenas de Tehuantepec, y los muralistas viajan allí para tratar de construir parte de nuestra identidad”.

La muestra se inicia con una fotografía original de su abuela a los 16 años, con la que Flores dialoga por medio de los cuadros. Pero, ¿cuál fue el objeto de convertir las imágenes en pintura? La mayoría de las fotos de Sotero Constantino eran en blanco y negro, no están acuareladas. El arte tiene que ver con determinado momento, es un espejo de lo que uno es. La práctica artística es una forma de entender la propia vida, y esta serie lo que hace es crear una relación con mi identidad, con mi abuela y madre juchitecas, que es zapoteca, explica.

El medio utilizado fue el estuco, material relacionado con los muros, como los del ex convento de Santo Domingo en Oaxaca. Entonces, los cuadros de Flores son como un muro fragmentado y transportable. El entrevistado lo describe como una especie de cerámica en seco o frío; es arcilla y cal, pero no está cosido. Para lograrlo el pintor trabajó con una familia de artesanos, de la zona de Ocotlán que heredaron esa técnica, que está en desuso en Oaxaca.

Para Flores es un material que te permite tener mucha libertad. “Hay una parte lúdica que me interesaba utilizar, como de fuego, y volver a emplear los elementos pictóricos como el dibujo. En el lenguaje del arte contemporáneo las formas significantes de los propios medios han sido pasados de lado ante las ideas y los conceptos. Los pocos elementos de la pintura contienen distintos significados y, en mi caso, me interesa emplearlos de nuevo, como es la idea del soporte, el color y la forma.

“Al igual que en la acuarela, hay muy poco margen de error. Debes ser muy acertado en lo que quieres representar, ya que no puedes corregir. Eso hace que sea un trabajo muy espontáneo. La exposición intenta crear una aproximación visual hacia ciertas fotografías, pero que las pinturas tengan su propia estructura y forma de transmitir al espectador.

Por ejemplo, casi todas las fotos de Sotero Constantino son imágenes centrales que ponen en primer plano a los personajes, no hay ningún manejo del espacio. Me interesan estas fotos, porque además hay una relación entre el retratado y el espectador.

El Centro de Cultura Casa Lamm tiene domicilio en Álvaro Obregón 99, colonia Roma. La exposición estará hasta el 9 de abril próximo.