Opinión
Ver día anteriorJueves 24 de marzo de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
De nuestras Jornadas

La guerra non sancta por dominios estratégicos

E

l lenguaje del llamado Estado Islámico (EI) remite a la expansión original del Islam en el mundo, que en sólo 70 años estableció el califato como centro político del poderío musulmán que penetraba al fragmentado Occidente cristiano, allá por el siglo VII.

La sede del califato estaba en Damasco, Siria. El lenguaje es revelador: el EI llama cruzados a los países europeos por los que se dice atacado.

Estos grupos de fanáticos coinciden con las versiones del llamado choque de civilizaciones popularizado por Samuel Huntington en Estados Unidos, que da argumentos a quienes apuestan por estrategias de ocupación en Medio Oriente.

Pero estos imaginarios caen cuando vemos que EI es una parte insignificante de la presencia del Islam en el mundo, que rebasa mil 300 millones de personas. Por tanto, no representa en absoluto la voluntad de quienes profesan esa religión, y tampoco en el choque de civilizaciones.

El conflicto no se debe a la diferencia de religiones, sino a disputas geopolíticas derivadas de procesos económico-militares alrededor de lo que constituye la sangre misma del capitalismo: las energías fósiles.

La estrategia del EI es encontrar eco en millones de comunidades musulmanas esparcidas por el mundo y hacer verdad lo que ahora es sólo un pretexto: el enfrentamiento con los cristianos en una supuesta segunda cruzada.

El imaginario de la cruzada es su discurso ideológico y ha dado resultados con jóvenes europeos marginales convertidos al Islam. La estrategia es inyectar miedo e incertidumbre en la vida cotidiana de los europeos. Detener a Estados Unidos y Francia es el primer triunfo prometido.

Las redes internacionales de noticias abusan de la crónica y regatean el análisis; pueden servir a los fines de estos grupos de interés para propagar su estrategia. La verdad del conflicto es el dominio, y la verdad de la solución es la detención de los intereses capitalistas en Medio Oriente.