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No investigan, aun cuando familiares aportamos datos

Autoridades de Coahuila y NL, omisas en el caso de una joven desaparecida
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de marzo de 2016, p. 5

Lucy busca a su hija Irma desde hace más de siete años. Y, pese al tiempo transcurrido, todavía no ha podido obtener una cooperación efectiva entre las autoridades de Coahuila y de Nuevo León, donde se hallan las pistas del paradero de la joven.

Desde agosto de 2008, en Torreón, Coahuila, se topó con la apatía de las autoridades porque su hija, entonces de 17 años, salió de su casa por voluntad propia, como dice su mamá, quizá en un arranque de rebeldía porque no la dejó ir a una fiesta en otra entidad donde iba a tocar su grupo favorito, Los Caifanes.

Todo indica, por el relato de su madre, que Irma Claribel Lamas López fue víctima de una red de trata de personas.

En una discoteca de Torreón conoció a una mujer, de quien sólo se sabe que puede tratarse de Nayeli, quien la invitó a un antro a Saltillo, del que ya no volvió.

La joven, entonces a punto de iniciar el último año de preparatoria, se fue a la casa de una mujer que también conoció en la discoteca, sobrina de un diputado local quien, acusa Lucy, no ha sido debidamente investigada puesto que podría ser clave para dar con los secuestradores de Irma. La mujer afirma que ella sólo la llevó a la central camionera y que no sabe más.

A Irma se le vio por última vez ahí, detrás de una ventana. Aparentemente no quiso salir, por más que le rogó su mamá, aunque ahora presume que desde ese punto estuvo amenazada.

“Ella era muy cercana a mí. Un día antes de que esto ocurriera me habló en la casa: ‘mami, mami’. Yo le respondí, ‘acá estoy’. Corrió hacia mí, me abrazó y me dijo, ‘pensé que no estabas, no sé qué haría sin ti’”. La joven metió a la maleta su uniforme y sus útiles escolares, para volver a la escuela el lunes entrante.

Pese a los datos disponibles y las propias averiguaciones de la mamá, en todo el caso prevalece una condición: no hay investigación eficiente de las procuradurías de Coahuila y Nuevo León, y tampoco acciones precisas de la Procuraduría General de la República, a la que también se notificó el caso.

Irma Claribel es parte de la lista de casi 28 mil personas no localizadas en México. En 2008, año de su desaparición, en casos del fuero común hay 819 pendientes.

De 2007 y años anteriores a la fecha hay en todo el país 26 mil 998 casos del fuero común y 944 del federal.

En total, en Coahuila hay mil 426 expedientes de personas no localizadas, y en Nuevo León, 2 mil 252.

Lucy estuvo al inicio de la tragedia en depresión, pero cuando se recuperó y volvió a la fiscalía de Coahuila, tanto en Torreón como en Saltillo, se dio cuenta de que al paso de los años el expediente no tenía nada, sólo el documento de cuando levantó la denuncia de desaparición.

“La verdad es que sí dejé pasar el tiempo; sicológicamente estaba mal, yo no tenía otro tipo de sentimientos más que dolor. Lo único que me quedaba era refugiarme en Dios… Irma nunca se comunicó, ni siquiera un mensaje de texto o una llamada a su tía, que quería como a una segunda madre”, comentó en entrevista.

Después, ya con más fuerza, participó con el Grupo Vida, dedicado en aquella zona a buscar fosas clandestinas, aunque de todo ese trabajo tampoco hay resultados en cuanto a datos de ADN de los restos que familiares de desaparecidos han encontrado.

Pronto se dio cuenta, señala, que yo no podía luchar contra el monstruo del gobierno, el que no hace nada por nosotros, en donde no hay investigaciones a fondo, aun cuando los familiares les llevemos datos. ¡En cinco años no hicieron nada!

Lucy sigue buscando a su hija, incluso en sitios peligrosos de Saltillo y Monterrey. También apoya a otros padres, pese que sus amigos y familiares le aconsejan que deje las cosas como están.

“Ya me mataron en vida, ¿ya qué más me puede pasar? Me han dicho algunas personas que ya no busque, que seguro mi hija está muerta, pero eso no va a pasar. Voy a seguir buscando, jamás olvidaré su voz, cuando me dijo, ‘mami, yo no sé qué haría sin ti’. Yo tampoco sé qué hacer sin ella”.