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A los Cementeros les marcaron inexistente penal y las Águilas sufrieron dos expulsiones

Intenso duelo entre Cruz Azul y América queda en empate 3-3

Tarjeta roja a Tomás Boy por encarar a la banca rival

Muñoz salió lesionado en los primeros minutos

Pudimos ganar, pero este resultado no es malo, destacó Chaco Giménez

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Rubens Sambueza es vigilado por dos jugadores del Cruz Azul, en el partido de la fecha siete disputado ayer en el estadio AztecaFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de febrero de 2016, p. a13

En un partido de alta tensión, vibrante y de locura, América y Cruz Azul igualaron 3-3 en otra edición del clásico joven, que esta vez dejó conformes a todos, porque si bien los locales ganaban 3-1, sufrieron dos expulsiones y al menos no perdieron. Por los celestes, Tomás Boy recibió tarjeta roja tras celebrar el empate.

La Máquina inició pisando el acelerador. Joao Rojas tuvo enseguida un mano a mano con el portero Moisés Muñoz, quien tapó el tiro con su cuerpo. El balón no salía del área americanista y apenas corría el minuto 2 cuando los celestes se pusieron en ventaja.

En un córner, Joffre Guerrón peinó y frente a segundo poste cerró puntual Jorge Benítez, con un punterazo elevado y potente que abrió el marcador. La afición celeste –que copó la cabecera sur– celebró con tamborazos y cánticos, mientras el técnico Ignacio Ambriz se plantó con preocupación al borde de su área.

Al minuto 8 Muñoz salió lesionado tras un choque con Guerrón y entró el suplente Hugo González. Poco a poco los Cementeros bajaron el ritmo y las Águilas se ubicaron mejor hasta hacer estragos en el área rival.

El portero Jesús Corona congeló cuanto balonazo le enviaron Darío Benedetto, Andrés Andrade y Oribe Peralta.

Benedetto se dolió de la pierna izquierda y aunque no quería salir, Ambriz lo relevó por Darwin Quintero, al minuto 29.

El cielo de los amarillos comenzó a despejarse cuando el silbante Alfredo Peñaloza los favoreció al marcar inexistente penal, después de que a Omar Mendoza le rebotó el balón en un muslo y luego, involuntariamente, en la mano. Osvaldo Martínez se encargó de vencer a Corona con tiro potente y elevado, que puso el 1-1 al minuto 35.

En una jugada sin mayor amenaza, Pablo Aguilar quiso centrar al área, pero los zagueros cementeros se hicieron a un lado y cuando reaccionó Corona el esférico ya estaba lejos de su alcance, entrando a su meta, para el 2-1, al minuto 37.

El segundo tiempo también fue de gran emotividad, porque al minuto 52 los amarillos tejieron la mejor jugada de conjunto que inició Rubens Sambueza, pasó por Darwin y Osvaldo, y culminó en gol (3-1) con remate casi a bocajarro de Oribe Peralta. Nada pudo hacer Corona.

Boy no perdonó a Guerrón una gran oportunidad errada y lo sacó para meter a Matías Vuoso (54). Las cosas no mejoraban para la visita y el Jefe mandó a la refriega al enjundioso Chaco Giménez, quien en su primer contacto con el balón anotó el 3-2.

Giménez apareció frente al poste izquierdo y tras un sorpresivo pase del Maza Rodríguez encajó el tanto. Los locales interrumpieron el festivo vaaamos, vamos América, esta nocheee, tenemos que ganaaar. Peor porque al minuto 68 Oribe recibió cartón rojo tras falta sobre el Maza.

Los Cementeros quisieron aprovechar su superioridad numérica y casi lo consiguen. Desde la derecha Jorge Benítez estrelló la pelota en el larguero y en el contrarremate del zaguero Julio César Domínguez de nuevo el balón rebotó en el marco.

Ambriz realizó su tercer relevo: Chepe Guerrero entró por Andrade (72). El panorama empeoró porque Darwin Quintero dio una patada a Omar Mendoza y Peñaloza lo expulsó, para dejar con nueve jugadores al América (83).

Al 90 por fin Joao Rojas tuvo un acierto: sin marca, remitió un formidable zurdazo de larga distancia, incontenible para el portero González. El 3-3 prendió a la afición celeste, que encendió celulares y entonó cánticos.

Pero nadie festejó como Boy, quien agitó los brazos y sacó el pecho retando a la banca americanista. Ambriz quiso encararlo y todos sus jugadores fueron tras él; nadie con el coraje de Benedetto, que casi se lanza sobre Boy. Éste se fue expulsado, diciéndole al argentino que lo esperaba en los pasillos.

Sin comentarios sobre el árbitro

Antes de responder preguntas, Ambriz advirtió que no iba a hablar del árbitro. Reconoció que el resultado lo dejó con mal sabor de boca, porque teníamos el partido controlado; a pesar del gol tempranero empezamos a tener la pelota y a jugar bien, pero es difícil con dos hombres menos, y no va por el tema de la disciplina, no es por ahí, dijo en defensa de Peralta y Quintero. Aquí ganamos o perdemos todos y si hay un culpable soy yo, indicó.

Chaco dijo que les quedó una sensación contrastante, porque pensamos que pudimos ganar al final. Pero el empate no es malo.

José Aceves, auxiliar de Boy, también rehusó hablar del silbante. En cuanto al conato de bronca, minimizó: Pasa en todas partes, no creo que se deba hacer tanto ruido.