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Premiado en Cannes, Berlín y Venecia, el realizador fue postulado al Óscar cuatro veces

Murió Ettore Scola, uno de los últimos maestros del cine italiano

Marcelo Mastroianni, Sofía Loren, Vittorio Gassman y Nino Manfredi integraron los elencos de este hombre de izquierda, que antes de estar tras la cámara comenzó a escribir guiones en los años 50

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Ettore Scola con Sofía Loren el 20 de octubre de 2007 en Roma. La obra del realizador se distinguió por la crítica social y por ser un cine silencioso y sugestivo. Tenía 84 años de edadFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de enero de 2016, p. 9

Roma.

Los medios italianos dieron la noticia de que uno de los últimos grandes maestros del cine italiano había muerto.

Ese realizador tuvo en sus elencos a actores y actrices como Marcello Mastroianni, Sofía Loren, Vittorio Gassman, Nino Manfredi, Alberto Sordi, Ugo Tognazzi, Monica Vitti, Stefania Sandrelli y Laura Antonelli.

Ettore Scola, autor decenas de filmes, como Un día especial, El baile, La cena y Nos amábamos tanto, murió el martes en Roma, a los 84 años, según medios que citan fuentes médicas.

El maestro fue ingresado en el servicio de cirugía cardiaca de la policlínica de Roma, uno de los más grandes hospitales de la capital italiana, donde se encontraba en estado de coma desde el domingo.

Ettore Scola, multipremiado en festivales como Cannes, Berlín y Venecia, y postulado en cuatro ocasiones al Óscar, comenzó a escribir guiones en los años 50, antes de pasar del otro lado de la cámara en 1964 con su primera película: Si ustedes lo permiten, hablemos de mujeres, con la participación de Gassman, Mastroianni y Manfredi.

Logró su primer gran éxito en 1970 con la comedia negra Dramma della gelosia-Tutti i particolari in cronaca, con Mastroianni y Vitti.

Uno de sus filmes más reconocidos fue Nos amábamos tanto, en el que Manfredi, Gassman y Stefano Satta Flores se enamoran de la sublime Stefania Sandrelli.

Lluvia de recompensas por Un día especial

Tres años más tarde, en 1977, dirigió Un día especial, una de sus películas políticas y de gran sensibilidad. La protagonizan Mastroianni y Loren. En ella se descubren en un amor naciente, pero imposible, en medio del fascismo triunfante.

Esa cinta le brindó una notoriedad mundial y una lluvia de recompensas.

Con una película anterior de Scola, El demonio de los celos, ganó Mastroianni en 1970 la palma a la mejor interpretación masculina en Cannes.

Se impuso como un peso pesado del cine peninsular con Una mujer y tres hombres (1974), relato agridulce del destino de tres ex partisanos antifascistas, enamorados de la misma mujer y confrontados con las decepciones y compromisos de la Italia del milagro económico.

En 1976 fue distinguido en Cannes como mejor director por Brutti, sporchi e cattivi (Sucios, feos y malos).

Nacido en 1931 en Trevico, Nápoles, al principio estudió medicina, pero luego cursó derecho y comenzó a trabajar en el cine.

Empezó a colaborar en una revista satírica en boga, Marco Aurelio, a los 16 años de edad, primero como dibujante y luego como periodista que redactaba pequeños cuadros de la vida italiana. Allí conoció al que sería uno de sus grandes amigos, Federico Fellini.

En 1950 se inició en el cine. Escribió un montón de guiones, entre ellos La marcha sobre Roma (1962) y Monstruos de hoy (1963), para Dino Risi. Debutó como director en 1964 y desarrolló temas tan suyos como la amistad, la familia, la ambición social, historias a menudo desarrolladas en Roma, su ciudad adoptiva.

Maestro de la comedia italiana junto con Risi y Mario Monicelli, deja una obra abundante y diversa que explora mediante diferentes caminos estilísticos las relaciones entre historia e individuo.

Es un cronista minucioso, apasionado e irónico de la sociedad italiana, desde los años sombríos del fascismo hasta la crisis de identidad de los primeros años del siglo XXI.

Hombre de izquierda convencido, cercano al Partido Comunista de Enrico Berlinguer y más recientemente al Partido Demócrata, el cineasta exploró también con brío la historia revolucionaria de Francia en La noche de Varennes (1982). Fue uno de los cineastas italianos más vinculados a ese país y descubrió a diversos intérpretes galos (Michel Simon, Jean-Louis Trintignant, Serge Reggiani, Fanny Ardant, Gérard Depardieu). De sus películas, 15 fueron coproducciones franco-italianas.

La ciudad eterna es la protagonista de Gente di Roma, su penúltima obra, filmada en 2003. Se trata de un paseo sin rumbo aparente en autobús para descubrir aspectos poco conocidos de la mentalidad del pueblo modesto de nuestros días.

Scola exploró el cine de aventuras con Riusciranno i nostri eroi a ritrovare l’amico misteriosamente scomparso in Africa? (Mister Sabatini... Africa... allá vamos, 1968), uno de sus títulos de película más largos, para denunciar el colonialismo. Pero en general eligió los espacios cerrados, la terraza romana (La terraza), el salón de baile (Le Bal), el interior de una diligencia (La noche de Varennes). Esto me permite estar muy cerca de mis personajes y de lo que piensan, afirmaba.

Su última película fue Qué extraño llamarse Federico, un documental nostálgico sobre Federico Fellini, estrenado en 2013.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, elogió a Scola como maestro de la increíble y aguda capacidad de lectura de Italia, de la sociedad y de sus transformaciones. Su fallecimiento deja un hueco enorme en la cultura italiana, agregó.

Renzi expresó de inmediato su tristeza luego de la muerte de este maestro dotado de una capacidad increíble y aguda para leer a Italia, su sociedad y sus cambios.

El ministro de Cultura, Dario Franceschini, escribió en Twitter: Un maestro extraordinario, un hombre fuera de lo común que permaneció joven hasta el último día de su vida. El actor italiano Giancarlo Giannini calificó a Scola de hombre y director extraordinario.

Ettore Scola hizo un cine silencioso, sugestivo, político y de crítica social.