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Tres alcaldes, un casino

L

a apertura de un casino en el Grand Hotel de Tijuana es el centro de un conflicto entre empresarios priístas que han gobernado esta ciudad. Su clausura desató la tempestad.

Los personajes son Jorge Hank, alcalde de Tijuana en 2004; Carlos Bustamante, edil en 2010, y Jorge Astiazarán, quien concluirá su gestión en noviembre.

En los 20 años recientes Hank Rhon asentó el Grupo Caliente en esta frontera y en 2004 se postuló para arrebatar la alcaldía al Partido Acción Nacional, que gobernaba desde 1989. Instaló uno de sus primeros casinos en el hotel Fiesta Americana, propiedad de Carlos Bustamante.

Hank pretendió ser gobernador y al perder regresó a sus negocios. El zar de las apuestas, le dicen. Bustamante siempre quiso ser gobernador, pero nunca fue postulado, por lo cual se dedicó a los negocios –la mayoría fallidos–, hasta que en 2010 le hizo justicia la Revolución. En esa elección los priístas triunfaron en los cinco municipios, como en 2009 lo hicieron los panistas en los ocho distritos federales.

A dos días de concluir su mandato, su secretario del ayuntamiento autorizó la operación de un casino en el Grand Hotel (antes Fiesta Americana), con el permiso federal de la Dirección General de Juegos y Sorteos.

Quien sucedió a Bustamante fue Astiazarán, médico de cabecera de Hank que en el trienio de éste fue secretario de desarrollo social.

El casino Grand Arenia abrió en noviembre de 2015, pero días después fue clausurado por el ayuntamiento que preside Astiazarán. Bustamante arremetió contra Hank y el alcalde; denunció que la clausura fue por a presiones del Grupo Caliente y demandó transparentar los permisos otorgados a Hank.

En la denuncia mediática lo acompañaron su socio Cesar Cortez e integrantes del gabinete municipal, hoy empleados del casino cerrado: Obed Silva, secretario del ayuntamiento; Esteban Yee, secretario de desarrollo urbano, y Daniel León, director de reglamentos. Justo quienes autorizaron la operación del casino en su hotel, donde antes estuvo el de Hank. Tres alcaldes enconados por un casino.