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Issste-Peña. Reyes Baeza, doble discurso, continuidad y trato especial al SNTE
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omo al asumir el cargo de director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) José Reyes Baeza reiteró su compromiso para actuar con lealtad total a las causas trazadas en el contexto del Plan Nacional de Desarrollo (PND), más que a la derechohabiencia institucional, está claro que, sin estamparle ningún sello propio, su agenda se resume en un doble discurso: negar de palabra la privatización que lleva en los hechos adelante, mientras imprime mera continuidad a los programas de vales, asociación público-privada que heredó y defensa especial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en detrimento del resto de los derechohabientes.

A pesar del fiasco de la campaña del Partido Verde para entregar vales de medicina en el Issste y aunque su antecesor, Luis Antonio Godina –hoy al frente del Fovissste–, aseguraba que no está en la agenda del instituto la privatización o subrogación total, Reyes Baeza empuja, sin miramiento alguno, hospitales con el esquema de asociación pública privada (APP).

En julio de 2015, Godina comunicó que, por restricciones presupuestales, el Issste decidió recurrir a la inversión privada para rehabilitar sus hospitales. Según él, se aprobaron dos proyectos de asociación pública privada: uno para remodelar el Gonzalo Castañeda, en el Distrito Federal, y otro para el de Mérida. Con este esquema, expuso, una empresa se encarga de la inversión inicial (remodelación) y el Issste paga durante 25 años. Esa participación privada, aclaró, sólo será en los trabajos y oferta de servicios de intendencia y seguridad. Pero el personal de enfermería y médicos son del instituto. Para 2016 contemplaba cuatro más: sustituir el hospital general Darío Fernández, en el Distrito Federal, por una central de urgencias; los de Villahermosa y Tepic, así como construir uno nuevo en el sur del Distrito Federal. Todo con una inversión de 6 mil millones de pesos.

Mientras Luis Godina estimaba que la subrogación es un instrumento para prestar mejor servicio, facilitar la operación, no para sustituir la responsabilidad del instituto, Luis Miguel Victoria Ranfla, secretario general del SNTIssste, comunicó que lo que se busca es contar con un modelo integral de atención y el sindicato ha propuesto a la administración realizar inventarios de instalaciones, servicios, equipo y capital humano de todo el sector salud en el país, para que se pudiera entrar al esquema de intercambio de servicios con otras instituciones y cumplir con el propósito que tiene el actual gobierno de tener una cobertura universal.

El 25 de septiembre de 2015, en solemne ceremonia queretana (Teatro de la República), Reyes Baeza celebró los 55 años del Issste declarando que relanzaría su estructura en beneficio de todos los derechohabientes. Hay que ver hacia adelante, enfatizó, más allá de una nubecilla o nubarrón que se pueda tener en la cercanías. ¿Como sus vales, Pensionissste y proyectos APP? ¿Eso es ver por todos los derechohabientes?

Días después (octubre) los nubarrones se materializaron. Entonces Reyes Baeza comunicó que ya evaluaba el costo-beneficio del sistema de vales de medicina –que escandalosamente Peña Nieto impuso al IMSS/Issste como obsequio a su aliado: el PVEM– para ver si lo mantiene.

Luego refirió que para mejorar la infraestructura antigua se buscarán –con los 3 mil millones de pesos que destinará el Congreso en 2016– alternativas y esquemas de asociación público privada. Y esta medida, aseguró, no significa que haya planes de privatización del instituto. Sus cuentas son irrefutables: según Reyes Baeza, un hospital de más de 2 mil millones de pesos ¡requiere necesariamente una figura de asociación entre los particulares. Faltaba más! Pero, claro, sin que ello implique privatizar ningún servicio de participación.

El doble discurso de Reyes Baeza campea sin pausa: el Issste no se privatiza en ninguna de sus áreas, ni el servicio médico. No se privatiza Pensionissste. La institución sigue intocada en su génesis: es una institución pública y así seguirá siendo, pero la modernidad y demanda obliga a traer al presente infraestructura.

Sin ofrecer una sola prueba y sin atreverse siquiera a argumentar, para Reyes Baeza es claro que su opción privatizadora es la única opción de que dispone el Issste: Vamos a impulsar los esquemas de asociación público privada. Es la manera de construir hospitales en el mediano plazo. De lo contrario, nos llevaría de 20 a 30 años, porque no tenemos dinero suficiente.

¿Seguro que no hay otra? Su lealtad al PND de Peña Nieto es inquebrantable. En suma: la intocada génesis se desvaneció en el presente, transformándose en necesarias asociaciones público privadas para que Reyes Baeza pague hospitales de 2 mil millones de pesos durante 25 años.

Además, junto con Juan Díaz –secretario general del SNTE–, Reyes Baeza garantizó que durante 2016 habrá créditos personales para los trabajadores de la educación. También se comprometió a ampliar el abasto de medicamentos y agilizar citas para consultas y cirugías. ¿Y el resto de la derechohabiencia no magisterial?

Peor aún, frente al titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño, firmó un Acuerdo Especial de Financiamiento Personal y a la Vivienda para otorgar, de manera preferencial, créditos hipotecarios y personales a los maestros que participen en la evaluación y obtengan resultados de excelencia. ¿Y los que nos obtengan esos resultados? ¿Y los que no participen? ¿Y el resto de la derechohabiencia que no es especial?

Doble discurso y continuidad inercial al servicio leal del Plan Nacional de Desarrollo de Peña Nieto, que no a la derechohabiencia a la cual se debe.

*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco