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Mancera: es un día histórico para la ciudad de México y un gran paso para sus habitantes

Pone el Senado fin a 15 años de lucha por la autonomía del DF

Anoche aprobó la reforma política de la capital del país con 74 votos en favor, 20 en contra y una abstención

La turna a los Congresos estatales

La formación del constituyente, el pero

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Luego de que el Senado aprobó la reforma política del Distrito Federal, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, acudió a la sede de esa cámara, donde señaló que es un día histórico para la ciudad de México, es un gran paso para los habitantes de esta capital. En la imagen, con representantes de los grupos parlamentariosFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de diciembre de 2015, p. 32

El Senado aprobó anoche la reforma política del Distrito Federal y la turnó a los Congresos de los estados, con lo que concluyó un largo proceso legislativo, de más de 15 años, en el que ese ordenamiento que da autonomía a la capital del país debió pasar de una cámara a otra.

En cuanto se concretó la reforma, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, llegó a la sede del Senado, donde señaló que es un día histórico para la ciudad de México, es un gran paso para los habitantes de esta capital.

Luego de reunirse con los coordinadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), Mancera agradeció a los legisladores que finalmente den al Distrito Federal esa reforma, que se ha buscado desde hace más de 200 años. El mandatario sostuvo que todas las opiniones que ayer se expresaron en tribuna, tanto en favor como en contra, serán tomadas en cuenta.

La reforma fue aprobada con votación de 74 votos en favor, 20 en contra y una abstención, luego de fuertes críticas de legisladores del PT e integrantes del PRD ligados a Morena, quienes advirtieron que se otorga una mayoría artificial al PRI, partido que con poca representación en el Distrito Federal decidirá sobre la primera constitución de la capital del país.

En tribuna, la senadora Dolores Padierna sostuvo que se salda una vieja demanda histórica de los habitantes de la capital. Igualmente, el senador Alejandro Encinas sostuvo que se trata de un primer avance, pero reconoció que un punto que ha dejado gran desazón es que de los 100 integrantes de la asamblea constituyente, 60 serán electos por voto libre y directo y 40 designados por el Congreso, el presidente de la República y el jefe de Gobierno del Distrito Federal.

El senador Mario Delgado resaltó que con esa conformación el PRI y el PVEM, que apenas representan 17.7 por ciento de la votación en el Distrito Federal, se quedarán, contando los seis votos que le corresponde al Ejecutivo federal, con 31 diputados, mientras Morena, que tiene una presencia política de 25.3 por ciento en el Distrito Federal, tendrá apenas 16 diputados para ese congreso constituyente que va a redactar la constitución de la ciudad de México.

El coordinador del PT, Manuel Bartlett, sostuvo que el PRI va a tener mayoría en ese congreso constituyente, que “será un Frankenstein indefendible”, pese a que el Revolucionario Institucional fue expulsado del Distrito Federal en las últimas elecciones, lo que constituye una negación de la realidad política electoral de la capital del país.

Acusó al PRD de haber revivido al PRI en la capital. El perredista Armando Ríos Piter le respondió que esa conformación de la asamblea constituyente fue la condición de los priístas para aprobar la reforma política.

Encinas, en tanto, pidió a Mancera que el proceso para construir la iniciativa de constitución política, facultad exclusiva del jefe de Gobierno, sea abierto, plural y permita la participación de ciudadanos y organizaciones civiles. A él y al presidente Peña Nieto demandó que en los seis constituyentes que les corresponde designar a cada uno no haya criterios partidistas, y que asuman que no serán una representación de ellos, sino de la sociedad.

Todos los senadores del PRI votaron en favor de la reforma, pero en tribuna la senadora Ana Lilia Herrera inquirió: ¿hasta cuándo deberán aguantar una histórica inequidad presupuestal y fiscal?

Argumentó que el Gobierno del Distrito Federal recibe 65 millones de pesos de fondos federales para atender a 8 millones de capitalinos, mientras el estado de México, con un presupuesto de 76 mil millones, lo debe emplear para 16 millones de habitantes de esa entidad.

Criticó también que la reforma le otorgue a la ciudad un fondo de capitalidad de 3 mil millones de pesos.

La bancada del PAN votó dividida. Gabriela Cuevas consideró insuficiente la reforma, pero la avaló. En cambio, 10 de sus compañeros votaron en contra. En tribuna, los bajacalifornianos Víctor Hermosillo y Ernesto Ruffo Appel expresaron que los capitalinos son los apapachados y se manifestaron por que la capital tenga las mismas reglas fiscales y administrativas que el resto de las entidades.

De ser aprobada la reforma por la mayoría de los congresos estatales, el Instituto Nacional Electoral tendrá 15 días para expedir la convocatoria para la elección del congreso cosntituyente.

Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, impulsores de esa reforma desde hace décadas, siguieron la discusión dentro del salón de sesiones.

En el pleno, Encinas resaltó que espera que el presidente Peña Nieto le dé la misma celeridad a la aprobación de esta reforma en los congresos locales como se le dio a la reforma energética.