Opinión
Ver día anteriorLunes 23 de noviembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
México SA

Economía: arenga y realidad

México en el escalón 14 de 20

Se acordaron del Bancomext

A

legraos, mexicanos crédulos, que ya lo dijo el ministro del (d) año y su séquito de tecnócratas: la economía nacional acelera su ritmo de crecimiento, avanza según lo estimado y en una proporción mayor que la de otros países de América Latina, una píldora que, dicho sea de paso, ha dorado desde que se instaló en la oficina principal de la Secretaría de Hacienda, tres años atrás, para un resultado concreto más que mediocre.

Pero bueno, dice que la economía acelera su ritmo y tan contundente afirmación contrasta con el raquítico balance que sobre el particular divulga el Inegi: en el primer trimestre de 2015, el avance fue de 0.4 por ciento con respecto a octubre-diciembre de 2014; en el segundo fue de 0.7 por ciento y en el tercero de 0.8 por ciento, para un anualizado de 2.6 por ciento, la misma proporción reportada en el último cuarto del año pasado. Entonces, avance, lo que se llama avance, ni sus luces.

También afirma que la economía crece según lo estimado, pero la realidad dista mucho, porque para 2015 el pronóstico oficial fijó en 3.7 por ciento la tasa de crecimiento, y en los hechos, si bien va, cerrará el año en 2.2 por ciento, es decir, 40 por ciento menos que lo originalmente comprometido.

Y ya entrados en gastos, presume, por tercer año consecutivo, que la economía mexicana crece más que la de otros países de América Latina. Para esto la estadística de la Cepal documenta el optimismo del ministro.

En 2013, la poderosa economía nacional (el navío de gran calado que presumían Fox y Calderón) se ubicó en el escalón número 19 de 20 posibles en el contexto regional, con un crecimiento que a duras penas fue de 1.1 por ciento, apenas por arriba de Venezuela, pero muy lejano de Haití. La oferta original del gobierno peñanietista fue crecer a una tasa de 3.5 por ciento en el año, porque México ya estaba en movimiento.

Un año después, en 2014, la economía mexicana hizo la hombrada de ubicarse en el peldaño número 14 de 20 posibles entre las naciones latinoamericanas, al crecer 2.1 por ciento, casi en línea con El Salvador. Ese año la economía haitiana de nueva cuenta creció más que la mexicana. La oferta original fue un crecimiento de 3.9 por ciento, porque las reformas ya se aprobaron.

Y en 2015, hasta donde va, la economía mexicana se mantiene en el escalón número 14 de 20 posibles en el contexto latinoamericano, con un pronóstico de 2.2 por ciento de crecimiento, la misma proporción que registra El Salvador. Eso sí, el ministro puede presumir que por primera ocasión el navío de gran calado avanzará más que Haití, aunque no por mucho, pues la estimación para esa nación es de 2 por ciento. La oferta original del gobierno peñanietista fue un crecimiento de 3.7 por ciento, porque las reformas ya están en operación.

El numerito se repite para 2016. La oferta peñanietista es que el próximo año la economía mexicana crecerá entre 2.6 y 3.6 por ciento, pero el pronóstico de la Cepal no le da más de 2.5 por ciento, en el mejor de los casos. De cumplirse esa proyección, la economía mexicana se ubicaría en el escalón número 11 de 20 posibles en el contexto latinoamericano, el cual compartiría con Chile y (¡sorpresa!) Haití.

Con lo anterior, y de cumplirse la proyección 2016 de la Cepal, en cuatro años de gobierno peñanietista la economía mexicana habría crecido 1.9 por ciento como promedio anual, con lo que compartiría el logro con el inefable sexenio calderonista y rozaría el foxista. Aun así, no queda duda de que el ministro mantendrá el discurso rosa, es decir, aquel que cacarea que México acelera su ritmo de crecimiento, avanza según lo estimado y lo hace en una proporción mayor que la de otros países de América Latina.

Como el miércoles pasado se documentó en este espacio, el resultado es un desastre: para que México comience a salir del hoyo, la economía debe crecer a un ritmo mayor a 6 por ciento anual sostenido; el gobierno peñanietista ofreció, con todo y reformas, un crecimiento anual promedio de 3.7 por ciento en la primera mitad del México en movimiento, y en los hechos, si bien va, tal promedio no pasará de 1.8 por ciento. Así, con Peña Nieto y su ministro la economía mexicana avanza a una velocidad 50 por ciento inferior a la comprometida por el gobierno y alrededor de una cuarta parte con respecto al mínimo necesario para comenzar a salir del profundo agujero en el que cayó tres décadas atrás.

Pero en Hacienda siguen de fiesta, porque, según dicen, la economía mexicana ha mantenido un crecimiento acelerado (Aportela dixit).

Ahora que si de crecimiento acelerado se trata, ese sí real, allí están las terroríficas cifras de Petróleos Mexicanos. La Jornada informa (Israel Rodríguez) que la ex paraestatal presenta una inercia de endeudamiento que sólo en lo que va de este sexenio registra un aumento de su deuda financiera de 88.7 por ciento, según informes oficiales. Al cierre de 2012, cuando arrancó la actual gestión gubernamental, Pemex tenía un monto de deuda de 786 mil 900 millones de pesos y al cierre del tercer trimestre de 2015 alcanza un billón 485 mil millones de pesos, es decir, un aumento de 698 mil 100 millones de pesos. Este incremento ha ido acompañado del deterioro en la mayoría de sus indicadores, como son la baja en su plataforma de producción, de exportación y de su patrimonio, entre otros. Adicionalmente, la caída en el precio del crudo ha repercutido para que Pemex por primera vez en 2015 registre un saldo negativo en la balanza comercial petrolera.

Detalla que la petrolera mexicana registra un patrimonio negativo al superar sus pasivos totales a sus activos totales. Al cierre de septiembre de 2015, los primeros ascendieron a 2.14 billones, mientras los segundos fueron de 3.24 billones, con un capital contable negativo de un billón 100 mil millones de pesos. Pese al mayor endeudamiento en el que ha incurrido Pemex, la producción de crudo continúa en picada y solamente en lo que va de la presente administración registra una caída de 285 mil barriles por día, equivalente a una baja de 11.18 por ciento.

Las rebanadas del pastel

¡Albricias! Alguien recordó la existencia del Bancomext, y después de casi tres meses sin director general (el 27 agosto El Principito Enrique de la Madrid se fue a Sectur) Alejandro Díaz de León ocupará esa oficina. Pero no canten victoria: se trata de otro itamita del círculo dorado, hasta ahora jefe de la Unidad de Crédito Público de Hacienda (cargo que ocupó desde el calderonato).

Twitter: @cafevega