“En México hay un hartazgo por todo lo que pasa en el gobierno, por la impune corrupción. En el extranjero el país tiene un marketing muy bajo, muy malo; esto se lo dije de frente a Felipe Calderón, en el sexenio pasado. El Estado, ahora, ¿no se da cuenta de lo que le puede pasar? ¿No ve lo que sucedió en Guatemala?”, planteó Fher, cantante del grupo Maná, ayer en conferencia de prensa, en la que informó con sus compañeros de los conciertos que ofrecerán el 28 y 29 de octubre, en la Arena Ciudad de México.

El cuarteto empezará una serie de presentaciones el 14 y 15 de octubre, en Monterrey; 18, Torreón; 21, San Luis Potosí; 24, Puebla; 11 de noviembre, León; 13 y 14, Guadalajara; 21, Cancún, y 22, Mérida.

Aparte de su gira por Europa y Estados Unidos, grabaron con Shakira la canción Mi verdad, en cuyo video aparece la colombiana embarazada, y siguen con sus actividades ecologistas por medio de su fundación Selva Negra, donde han criticado el peligro inmobiliario que implica demasiada construcción en Guadalajara. Un día la ciudad se va a colapsar y va a pasar lo mismo que en el Distrito Federal.

Su gira se llama Cama incendiada tour, título de su noveno disco. Han concitado a 500 mil personas en las tocadas de este volteón por otros lares. Próximos a cumplir 30 años de carrera, han vendido 40 millones de discos.

Regreso de agasajo

En la conferencia de prensa, Fher Olvera (voz, guitarra y armónica), Sergio Vallín (guitarra), Juan Calleros (bajo) y Álex González (batería y percusiones) respondieron en forma segura y coincidente.

Álex expuso que este regreso a México es un agasajo. Siempre es un gusto tocar para nuestra gente. No veníamos desde hace dos años. El año que entra seguiremos la gira, porque hay ciudades a las que no hemos ido en 15 años. Esto porque hemos visto en las redes sociales que hay fans de las nuevas generaciones que nos piden que vayamos. Se unirán a los viejos seguidores.

Fher: “Extrañamos sobre todo a la gente, a los buenos amigos que tenemos desde que éramos Sombrero Verde. Tenemos muchas historias. Al principio anduvimos de bar en bar por el Bajío, por Monterrey en una combi. Viajábamos como sardinas y nunca nos volcamos. Hace días tuvimos la suerte en España de encontrarnos con José María Cano y se subió con nosotros, junto con su hijo, que tocó los teclados, y cantamos Labios compartidos. Nos echamos Cruz de navajas. Fue emocionante, porque nosotros vimos a Mecano en el Crown Plaza, hace unos 25 años. Shakira es súper. Cuando le hablé para lo del video estaba echándose unos tragos, y yo también.

“En España dejamos bien claro, en una entrevista para un diario, que los mexicanos ya estanos hartos de lo que pasa aquí, por lo de Ayotzinapa, lo de los asesinatos de periodistas, la corrupción. Estoy seguro de que esto ya lo visualizó el gobierno mexicano. Lo sabemos por las redes sociales. Ya no la tiene tan fácil y el gobierno debe estar muy preocupado, porque es un hartazgo general.

“Hemos vuelto a los tiempos de (Luis) Echeverría, a los de ese PRI que asesinaba periodistas y estudiantes. Tenemos una oportunidad y hay que ser propositivos. No creo en la violencia, porque genera más violencia, pero para un lado hay que jalar. ¿No ven que cada vez hay más gente que vive muy jodida?

Nuestra población está más inquieta. La construcción de edificios en Guadalajara... ¡le están dando en la madre a la ciudad! ¡Eso va a colapsar, como pasó en Sao Paulo! Mientras, se siguen haciendo los locos con los desaparecidos. Es una tras otra, tras otra... El tiempo es difícil. Ahora el presidente de Guatemala se las está viendo negras.

En medio de eso, agregó Álex que darán conciertos de alta calidad. “Tenemos que tomar el nivel. El público debe ir a los conciertos, porque no es lo mismo verlos en devedé o en una computadora. No es la misma experiencia. Miren: son 80 toneladas de equipo, para más de dos horas con 20 minutos de música.

Tocaremos rolas de los discos pasados y del nuevo. Ya veremos qué más vamos agregamos. Siempre hemos aprovechado nuestros conciertos para denunciar algo y para hablar de cosas positivas. Tenemos encabronamiento y frustración de sobra; debemos ser muy inteligentes para no dejarnos enganchar. Podemos hacer cambios. Vamos a motivar a la banda; es más: en nuestros conciertos la gente se va muy contenta y con esperanza.

Fher llamó la atención sobre la importancia de los trabajadores migrantes mexicanos. Se van por las condiciones del país, no por gusto o vacaciones. No se les ha dado una reforma migratoria justa, que se las habían prometido. Hemos platicado tres veces con Barack Obama y lo sentimos muy atado por el Senado, lo cual se mezcla con las estúpidas declaraciones de Donald Trump, que dejan ver a un seudopolítico, que reflejan a un personaje hitleriano. ¿Cómo se atreve a injuriar a un pueblo, no sólo a los migrantes? Si gana, será un problema primero para los gringos y luego para el planeta.

Solidaridad antes que el dinero

En torno de las críticas contra la Arrolladora Banda El Limón de René Camacho por haber tocado para el gobierno en el Zócalo, el pasado 15 de septiembre, Fher comentó: “Yo no estoy de acuerdo en que hayan tocado. O sea, el artista también debe tener ética, pues vive en un país en el que la política lo afecta a él, a sus amigos y a sus familias. Aquí es donde entra lo de ser solidarios y no se trata sólo de ir a ganar billete. Hace mucho tiempo el PRI, el PRD, el PAN, Hugo Chávez nos pidieron que tocáramos. La única vez que hicimos un paréntesis fue con Obama, pero no era para apoyar a los demócratas, sino por un asunto humanista.

“A los mexicanos les va a convenir más que gane un demócrata que un republicano. Un año antes, el Partido Demócrata nos venía pidiendo que tocáramos. Luego nos enteramos de un grupo mexicano que sí fue a tocar para apoyar a los demócratas, por una lanota. Nosotros, por eso, fuimos a tocar para los demócratas, pero gratis, en Las Vegas. Como condición pedimos hablar con Obama. Sí se pudo y le dijimos que cómo era posible que no se hubiera dado la reforma migratoria. Nos dijo que él venía de las minorías y que sus padres fueron ilegales (sic). Ellos, los gringos, deben entender que su país está hecho de migrantes y que los indígenas ya estaban ahí y que ellos los corrieron. Fue la única vez que apoyamos a los demócratas, pero también señalamos que no metíamos las manos al fuego por ellos.

En México, el hartazgo... eso lo sabe el Estado. No creo en la violencia, pero sí en las redes sociales, cuyo uso puede ser contundente. El gobierno sólo tiene dos opciones: reprimir o cambiar.