Londres.

La legalidad de la operación en que murieron dos yihadistas británicos en Siria en un ataque con un dron británico, era objeto de amplio debate este martes.

El ministro británico de Defensa, Michael Fallon, anunció que podría haber más operaciones de este tipo, que el primer ministro David Cameron justificó porque los fallecidos eran militantes del Estado Islámico que, aseguró, planeaban atentados en Reino Unido.

El blanco del ataque fue Reyaad Khan, de 21 años, quien estaba acompañado del yihadista británico Ruhul Amin, y un tercero cuya nacionalidad no fue difundida. No hubo víctimas civiles, según Cameron.

La estrategia de ataques preventivos fue celebrada por diarios locales, pero cuestionada por el candidato favorito a tomar las riendas del laborismo en las elecciones primarias del sábado, el diputado Jeremy Corbyn, quien afirmó: “ya cuestioné la base legal para usar drones. Ahora es necesario considerar el proceso apropiado por el que se aprueban ataques como éste, en qué pruebas se basan y en qué leyes”.

El ex fiscal general Dominic Grieve declaró a la BBC que la decisión podría ser legalmente cuestionada o revisada.