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Se enfrentan a policías en Hungría; campamento no, claman

Cientos de desplazados son obligados a bajar de tren que los llevaría a Alemania
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Una familia de inmigrantes se tiró en las vías de la estación de Bickse para exigir que las autoridades húngaras les permitieran continuar su viaje hacia Austria y AlemaniaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 4 de septiembre de 2015, p. 27

Budapest.

Con las consignas: ¡Alemania!, Auxilio y ¡Campamento no!, cientos de inmigrantes rehusaron ayer bajar de un tren en Hungría que debía conducirlos a las fronteras con Austria y Alemania, luego de que fue detenido por autoridades para trasladarlos a un campamento de refugiados.

Con sus boletos en la mano, los migrantes subieron en la estación de Keleti en esta capital, sin comprender los anuncios de la suspensión de los trenes internacionales que los llevarían hacia las ciudades fronterizas de Szombathely y Sopron; en la segunda, la compañía nacional austriaca ÖBB los transportaría a Viena.

Los migrantes fueron transportados al pueblo de Bickse, a 40 kilómetros de Budapest, donde decenas de policías los esperaban para regresarlos en autobuses al mismo campamento del que habían partido días antes.

Desesperados, comenzaron a corear: ¡Campamento no, campamento no! Algunos intentaron huir a pie y una familia se sentó en las vías y solicitó el apoyo de periodistas. El esposo comenzó a pegarse en la cabeza y a quejarse de la falta de disposición de Hungría para permitirles viajar a Austria y Alemania. La policía lo esposó y lo retiró.

Otros migrantes pelearon con los oficiales y permanecieron en los vagones bajo el sofocante sol, sin aceptar el agua que les ofrecían por miedo a que contuviera sedantes para calmarlos.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) dijo que las autoridades de Budapest no aceptaron las ofertas de ayuda del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ante la crisis provocada por los 3 mil migrantes que acampan desde hace días fuera de la estación de Keleti para viajar al oeste.

Hungría instaló un alambrado para resguardar su frontera con Serbia y enviará 3 mil 500 soldados a la zona para impedir que los migrantes que optan por la ruta de los Balcanes atraviesen su territorio. Plantea penas de tres años de cárcel por cruzar su frontera.

En lo que va del año han cruzado por Hungría 160 mil migrantes; 90 mil desde el 6 de julio.

En Bruselas, los líderes de la Unión Europea (UE) debatieron sobre cómo resolver la peor crisis migratoria por la que atraviesan desde la Segunda Guerra Mundial. El presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz, el presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, y del Consejo, el polaco Donald Tusk.

Ante ellos, el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, dijo que el Parlamento impulsa medidas que crearán una nueva situación legal en las fronteras, aún más estricta de lo que era antes.

Los húngaros tenemos miedo. La gente en Europa tiene miedo porque vemos que los líderes europeos no son capaces de controlar la situación, señaló Orban.

Ante un sorprendido Juncker, a quien se le congeló la sonrisa, Orban culpó a Alemania del problema migratorio en su país y dijo que no es un problema europeo, sino alemán, ya que nadie quiere quedarse en Hungría. Todos desean ir a Alemania. Nuestra tarea es sólo registrarlos, resaltó el mandatario, para quien los migrantes, en su mayoría musulmanes, representan una amenaza a las raíces cristianas de Europa.

Alemania hace lo que es requerido moral y legalmente ¡Ni más ni menos!, replicó Merkel en Suiza al rechazar los comentarios del jefe de gobierno húngaro.