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Su actuación beneficia a empresarios: observatorio del salario

La Conasami, oneroso elefante blanco; incumple funciones para las que se creó
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de septiembre de 2015, p. 18

La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) es un oneroso elefante blanco, que no asume su responsabilidad de cumplir con las funciones para las que fue creada, que nunca ha satisfecho el precepto constitucional en materia salarial y que ni siquiera lleva a cabo los estudios sobre la situación económica de los trabajadores y sus familias.

El Observatorio del Salario Mínimo de la Universidad Iberoamericana de Puebla señala lo anterior y puntualiza que la Conasami, aun con los millones de pesos que tiene asignados en materia presupuestal, no realiza el trabajo que la Constitución y la Ley Federal del Trabajo le confieren, dado que no elabora estudios sistemáticos ni del ámbito nacional ni por región de la situación económica, de las variaciones en el costo de la vida por familia, ni de las condiciones del mercado de trabajo y las estructuras salariales.

Delega trabajos

Esta instancia encarga la realización de algunos estudios y paga por ello, y luego se limita a argumentar que se tienen que incrementar los salarios conforme a la inflación, tarea para la que no sería necesaria toda su costosa infraestructura, señaló este centro.

La Ley Federal del Trabajo establece un marco jurídico que contempla los mecanismos necesarios para que la designación de los salarios mínimos sean suficientes para satisfacer las necesidades de carácter material, social y cultural, tal como lo determina la Constitución. Sin embargo, los salarios que fija esta dependencia no cumplen con dichos preceptos.

Según el observatorio, lejos de cumplir con su cometido legal esta comisión define desde hace más de 20 años los aumentos salariales, sólo con base en la inflación esperada, considerando para ello no el valor de una canasta alimentaria y no alimentaria, sino el valor de un índice de precios al consumidor que tiene en su haber más de 80 mil productos, a muchos de los cuales los trabajadores no tienen acceso.

Con su actuación, la Conasami, en los hechos, ha legalizado que con la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores exista una ganancia en el otro lado del espectro de las relaciones de producción que son los empresarios. De manera específica, las grandes empresas y monopolios.

Estos últimos, por cierto, representados en esta comisión, así como las centrales obreras vinculadas al corporativismo histórico que tanto ha dañado los intereses de los trabajadores, detalló este centro de investigación y sostuvo que la actuación de esta instancia afecta no sólo a los trabajadores que perciben el salario mínimo, sino a la población asalariada en general, porque el incremento que se determina para éste es la base y tope de las negociaciones en todos los sectores productivos”.