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Arturo Ripstein estrenará La calle de la amargura en La Mostra, que lo homenajeará

En 50 años aprendí que la experiencia no sirve de mucho

Sonreí luego de ver la cinta unas 28 veces, lo cual me dice varias cosas, expresa el director

Iñárritu, Del Toro y Cuarón tienen talento indiscutible, pero no hacen cine mexicano, asevera

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El director Arturo Ripstein con la actriz Patricia Reyes Spíndola (izquierda) y la guionista Paz Alicia GarciadiegoFoto Roberto García Rivas
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de septiembre de 2015, p. 9

Después de haber visto 28 veces su más reciente película, La calle de la amargura, Arturo Ripstein salió con una sonrisa, lo cual me dijo varias cosas, expresó. La cinta se estrenará el próximo 10 de septiembre en la 72 Muestra Internacional de Cine de Venecia, donde además se le rendirá un homenaje por 50 años de carrera.

Hilando palabras con tono emotivo, Ripstein explicó que el homenaje que le hará La Mostra lo hace sentir enormemente gustoso. Cuando Alberto Barbera, director del festival, me informó, fue una sorpresa muy grata. Significa que para algunos mi trabajo no ha pasado totalmente inadvertido y que un certamen del calibre de Venecia se acuerde de mí, me satisface enormemente y... ¡que se mueran mis enemigos!

Caminar por territorios desconocidos

El director agregó, en el mismo tono: En estos 50 años aprendí una serie de cosas. Me llené de experiencia, es decir, que no tengo la menor idea de lo que estoy haciendo, porque la experiencia no sirve de mucho; tiene una valoración desmesurada. Siempre he caminado por territorios desconocidos; nunca sé por dónde voy. Lo único que puedo decir es que he afinado el instrumento en este oficio; que lo que tengo en la cabeza es cada vez más lejano del resultado final. O sea, que el orificio entre lo que uno quiere hacer y lo que uno hace es más estrecho.

Sobre la sonrisa que le provocó ver 28 veces La calle de la amargura, Ripstein explicó el motivo: “Es la primera vez en mis colaboraciones con Paz Alicia Garciadiego que no intervengo en la decisión del guión... en este caso, Paz se puso a escribirlo a partir de una nota roja y en algún momento le dije que me lo dejara leer. Lo dejé ahí durante un rato, y cuando lo leí me fascinó. Es la primera vez que hago una película que no pido hacer; es una recreación donde dos putas añosas matan accidentalmente a dos luchadores enanos.

“El guión era paradójico, singular, feroz y divertido, como suelen ser los trabajos de Paz... Cuando la vi durante el proceso de edición –unas 28 veces– fue la primera vez que salí de ver una de mis películas con una sonrisa, lo cual me dice mucho”.

Al referirse a sus influencias cinematográficas Arturo Ripstein confesó: Uno siempre quiere ser otro hombre. Me tocó ser yo, pero me hubiera gustado ser Fellini. Pertenezco a una generación de cineastas que quería cambiar todo lo que teníamos por encima, que teníamos que inventarnos nuestra tradición a partir de nosotros mismos. Por tanto, los que nos influyeron fueron casi los mismos: siempre terminamos diciendo los nombres de John Ford, Luis Buñuel, Akira Kurosawa, Claude Chabrol, Federico Fellini y Bergman, los mismos que decidieron el camino por el que quería seguir. Son mi fundación y mi meta.

Sobre su percepción de los nuevos realizadores mexicanos, Ripstein dijo: “Hoy hay notables películas, pero no podemos considerar que exista una industria de cine mexicano porque tenemos pura oferta y poquísima demanda. Lo que tenemos son obras absolutamente deslumbrantes y cuatro o cinco cineastas notables, como Amat Escalante, Carlos Reygadas, y dos tres más que están llevando el estandarte, que tienen una obra sólida que se han ganado el prestigio merecidamente... Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón son de talento indiscutible, pero no hacen cine mexicano.

“Defino a éste como el que se hace en México, y en nuestra lengua, lo que es determinante. Lo que hacen Cuarón, Del Toro e Iñárritu son grandes películas en el extranjero, pero no es un cine mexicano porque nadie puede decir ‘mi película mexicana favorita es Hellboy’”.

Cerrando la charla, Arturo Ripstein dio su opinión sobre la evolución del cine nacional en 50 años de carrera: “Hay una palabra básica: crisis. Cuando mis amigos españoles me dicen que están atravesando una profunda crisis, les respondo: ‘Llevo 50 años de crisis y siempre más o menos salimos adelante, pero siempre se ha tenido que luchar contra todos los obstáculos. Las crisis han sido nuestro pan de cada día; se agudizan cada vez más y cada vez hay menos espectadores para las películas mexicanas.

Afortunadamente, comienza a haber otras posibilidades de exhibición menos restrictivas como filminlatino.mx y la piratería; por esos medios tendremos finalmente la posibilidad de que se vea nuestro trabajos mas que en la estructura formal.