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Juan Carlos, de 19 años, es el tragahumo más joven de la subestación de Juchitán

Ser bombero es el superhéroe que siempre soñé
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Juan Carlos Sánchez Jiménez es soltero y está próximo a ingresar a la universidad, pues aspira a convertirse en ingeniero agrónomo, pero a la vez quiere contribuir con la sociedadFoto Foto Diana Manzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 23 de agosto de 2015, p. 26

Juchitán, Oax.

Cuarenta y cinco segundos tiene Juan Carlos para convertirse en el superhéroe que siempre soñó: un bombero. De 19 años y originario de la tierra de los biniza (gente de las nubes, en zapoteco), es el tragahumo más joven de la subestación Juchitán.

El tiempo debe ser exacto, es cuestión de segundos, porque tras notificar al 066, se necesita actuar de inmediato. Por eso, mientras la sirena del sistema operativo contra incendios llama al auxilio, él con rapidez se viste la camisola contra incendios, casco, pantaloncillo especial y sus botas, corre velozmente junto a sus compañeros de turno y salen a cumplir la misión del día.

Este sábado, para conmemo- rar el Día del Bombero, la subestación recibió del gerente de Desarrollo Social de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Francisco García López, una ambulancia tipo 2 para atender a pacientes con terapia intensiva.

Ser bombero, no sólo es sofocar incendios, sino también prestan atención social en accidentes automovilísticos, combatir ataques de abejas, rescatar animales, podar árboles; en temporada de lluvias, salvaguardar la integridad de los automovilistas y personas que viven cerca de los ríos, entre otros servicios.

Soltero y próximo a ingresar a la universidad, pues aspira convertirse en ingeniero agrónomo, Juan Carlos decidió, al mismo tiempo, contribuir con la sociedad.

La cercanía de su hogar con la subestación de bomberos ayudó a vencer sus miedos y cumplir con mayor facilidad su sueño. No había pretexto para no entrarle, dice. Un día presentó todas los exámenes y aprobó. Ha participado en servicios de auxilio en Salina Cruz, Ixtepec, Juchitán, Xadani e Ingenio Santo Domingo.

Para su familia, ser bombero es participar con frecuencia en escenas de alto riesgo, pero Juan Carlos hace lo que le gusta y se entrega totalmente cumpliendo su horario de 24 horas activo por 24 de descanso. Actualmente 20 socorristas integran el cuerpo de bomberos.

Compartió que a pesar de las necesidades urgentes como la renovación del uniforme, el cual su precio oscila entre 20 a 25 mil pesos o la adquisición de más pipas de agua, porque no se da abasto, la empresa eólica de capital francés EDF-Energies Nouvelles ha donado varias veces materiales que utiliza la ambulancia con valor de 20 mil pesos, y la ayuda más reciente fue otorgada por la CFE.

Cada bombero recibe 4 mil cien pesos pero con sus prestaciones de ley. Estamos contentos porque más que una necesidad nuestro trabajo tiene chispas de amor y pasión, solo así aguantamos las largas jornadas de trabajo, sostuvo.