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El artista platicó a los pequeños cómo concibe las historias que cuenta en sus grabados

Francisco Toledo se reunió con niños en su exposición El mono de la tinta

Consta de 110 obras que reflejan su gusto por la literatura

Se exhibe en la sede del IMSS en el DF

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Además de visitar la exposición, los niños elaboraron una máscara de chango guiados por Toledo, quien les regaló librosFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de agosto de 2015, p. 5

El artista juchiteco Francisco Toledo se reunió con niños que asistieron a ver su exposición El mono de la tinta, que se inauguró en junio pasado en el edificio central del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Distrito Federal, y en la que se encuentran ilustraciones de libros inéditos, cartas y la serie de grabados Libertad a Víctor Yodo, que habla sobre la desaparición de un activista social de Juchitán, integrante de la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo de Tehuantepec.

Además de visitar la exposición, los niños elaboraron una máscara de chango guiados por Toledo, quien les regaló libros, de acuerdo con un comunicado difundido ayer, donde se señala que el fundador del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca comentó que el encuentro con los niños (...) se dio con la idea de que tuvieran contacto con el artista que expone.

Toledo habló a los pequeños de cómo crea historias como las de la muestra, cuyo eje es la ilustración: “De niño uno hace historietitas, copia de los cómics... cuando estaba en París leía mitos e ilustraba lo que había escuchado, aunque también hay historias mías, como la de mi papá, que está narrada en El niño que no tuvo cama, y otras, como La muerte pies ligeros”.

Además de las ilustraciones se pueden observar algunas cartas. Al respecto, el pintor platicó que escribía esas misivas a sus novias y amigas, pero ahora ya no lo hace. Ahora tengo Internet, no crean que soy tan atrasado.

Estas cartas, dijo, van apareciendo poco a poco. A una amiga vietnamita le mandé una historia de cómo las hormigas conocían la casa de la muerte y podían regresar de ahí cuando ésta se las llevaba, por eso hay tantas hormigas, y relató: “La muerte una vez se sentó en un hormiguero y se quedó dormida, entonces las hormigas se le subieron y la muerte no sintió.

Despertó, se fue a su casa llevando entre los huesos muchas hormigas que conocieron el camino que lleva a casa de la muerte, por ello pudieron regresar. Entonces van y vienen, porque saben dónde vive la muerte.

El mono de la tinta se compone de 110 grabados “en los que Toledo refleja su gusto e influencia por la literatura y autores como Borges, Kafka, Poe, Tagore, entre otros; las obras hacen referencia a cuentos como Pinocho y las Fábulas de Esopo, o del libro bilingüe zapoteco/español La muerte pies ligeros –escrito por Natalia Toledo–, los libros del Chilam Balam, poemas de Wallace Stevens y Verónica Volkow”.

La muestra puede visitarse en el vestíbulo de la sede del IMSS, ubicado en Paseo de la Reforma 476, en la ciudad de México.