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Del 23 al 30 de agosto, Morelia alojará la primera edición de ese encuentro

Congregan en un festival a la ópera contemporánea nacional

El panorama de este género es muy vigoroso, expresa a La Jornada Juan Ayala, director del foro

Riesgo, obra mexicana comisionada al compositor Rogelio Sosa, lleva al escenario la catástrofe del egoísmo, adelanta

Contra la violencia en Michoacán, enarbolan la creación artística

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La soprano Carmina Escobar participa en An index of metal, video ópera de Fausto Romitelli, experiencia de percepción total, que conecta lo sonoro con lo luminoso, propuesta que inaugurará el primer Festival de Arte y Ópera Contemporánea en la capital michoacanaFoto JP García Busio
 
Periódico La Jornada
Martes 18 de agosto de 2015, p. 4

La catástrofe del egoísmo es llevada al escenario en la ópera Riesgo, montaje de manufactura mexicana que aborda en cinco actos una delicada situación de la existencia de la vida moderna. Es una de las cartas de presentación con la que el Festival de Arte y Ópera Contemporánea emerge por primera vez en Morelia, del 23 al 30 de agosto.

En entrevista, Juan Ayala, director del festival, considera que el panorama de la ópera contemporánea en México es muy vigoroso. Es un lenguaje difícil de acometer por muchas razones. Aun así, hay una serie de artistas y compositores que emprenden algo significativo en este lenguaje. Lo que pensamos es que no había propiamente un festival que congregara propuestas de esta naturaleza en un espacio determinado.

Exponentes nacionales e internacionales de vanguardia en el ámbito contemporáneo y de experimentación se unen a la tradición lírica de la capital michoacana, que también hospeda los festivales de Música Miguel Bernal, de Música Contemporánea, de órgano y mariachi.

En la primera edición del Festival de Arte y Ópera Contemporánea participan más de 40 artistas, con propuestas estéticas y técnicas diversas, como el alemán Maulwerker Ensemble, el ensamble vocal estadunidense Roomful of Teeth, además de sesiones con las solistas Theresa Wong, Carmina Escobar y Sarah Albu, así como el experimental Phil Minton.

Una experiencia de percepción total, que conecta lo sonoro y lo luminoso, inaugurará el festival el domingo 23 en el teatro Stella Inda, con An index of metal, video ópera de Fausto Romitelli, compositor que, profesa: El sonido es una materia con la que se puede trabajar directamente. El grano, el grosor, la porosidad, la densidad, la elasticidad y brillantez son los aspectos de estas esculturas sonoras que serán interpretadas por el ensamble Liminar y la soprano Carmen Escobar.

Nos interesa una selección muy bien cuidada y que responda a cierto espectro que queremos abordar, en este caso particular, formatos operísticos actuales, pero transitar también en el límite de la experimentación vocal. Esto es una especie de discurso, donde las personas van a ver muy claramente cuáles son las técnicas y tendencias en el ámbito de la voz humana, expresa Ayala al invitar a visitar la capital michoacana.

Estreno en el teatro Stella Inda

El contexto social de la entidad es cuestionado y responde: “Hacemos apuestas por la paz, por la creación artística. Ese es nuestro lenguaje y compromiso. Apostamos por la no violencia. Esa es la mejor manera de plantearnos frente a la sociedad.

Al final un buen concierto, una buena propuesta artística, una buena ópera es una extraordinaria herramienta contra la mala reputación del país en términos de violencia. Genera un efecto diferente al eclipse de la violencia o la mala percepción que se tiene en el país.

La ópera Riesgo, del compositor Rogelio Sosa y libreto de Emma Bertrán, es una obra comisionada por el festival y se estrenará la noche del 27 de agosto en el teatro Stella Inda, con una segunda función al día siguiente. En cinco actos que caen como martillazos sobre la escena, nos enfrentamos al resentimiento y a la falta de sentido que reina en tres personajes que alguna vez fueron familia, se describe en el programa de esta obra de paisaje emocional de intensos cuadros, al más puro teatro expresionista.

Ayala explica que transcurre en 70 minutos; es una ópera de cinco actos continuos, no hay intermedio y aborda un personaje que muchos podríamos reconocer en los periódicos o en la vida cotidiana. Es un hombre muy encumbrado en el mundo financiero, que a partir del colapso de 2008 sufre un quebranto patrimonial y en el núcleo familiar. Pero esto es una anécdota que nos permite explorar distintas expresiones de las relaciones humanas. La intención, dice Ayaña, es dialogar con el público, mostrar una realidad que es próxima, y eso revitaliza el lenguaje operístico.