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Seis son acusados de homicidio y uno de complicidad: juez

A juicio, 7 militares chilenos por quemar a 2 jóvenes en la dictadura
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El coronel retirado Julio Castaner, enjuiciado por crímenes durante el gobierno de Augusto Pinochet, fue agredido el jueves pasado en el aeropuerto de Punta Arenas, ChileFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 25 de julio de 2015, p. 17

Santiago.

Tras casi 30 años, siete militares retirados fueron encausados este viernes por la justicia chilena como autores y cómplices en el caso de dos jóvenes que fueron quemados vivos durante una protesta nacional contra la entonces dictadura militar del general Augusto Pinochet, que gobernó entre 1973 y 1990.

El juez Mario Carroza acusó a seis de homicidio premeditado por la muerte de Rodrigo Rojas de Neri, de 19 años, y por el intento de homicidio de Carmen Gloria Quintana, de 18, mientras otro militar retirado, el conductor de la patrulla, fue acusado de complicidad.

Los hechos ocurrieron el 2 de julio de 1986, cuando una patrulla detuvo a Rojas de Neri, en ese entonces fotógrafo que había regresado pocos días antes de Estados Unidos, donde vivía, y a la estudiante universitaria Quintana, a quienes rociaron de gasolina y luego prendieron fuego.

Por orden de sus superiores, los jóvenes fueron lanzados por los militares a una zanja en las afueras de Santiago. Rojas falleció a los pocos días, mientras Quintana sufrió quemaduras en 65 por ciento del cuerpo pero logró recuperarse después de un largo tratamiento en un hospital de Canadá.

Entre los acusados está el coronel retirado Julio Castañer, quien contaba con la protección institucional en el marco de un pacto de silencio impuesto por el mando superior a los involucrados en la violación de los derechos humanos.

El ejército chileno negó toda participación y Pinochet insinuó que Rojas y Quintana se habían prendido fuego accidentalmente, cuando llevaban material inflamable para incendiar barricadas, pero el ex recluta Fernando Guzmán, quien fue testigo de lo sucedido, decidió romper en días pasados el pacto de silencio e inculpó a Castañer por haber dado las órdenes de quemar a los jóvenes.

Al referirse al caso, la presidenta Michelle Bachelet destacó la importancia de que se conozca, porque la verdad y la justicia nos pueden permitir que hechos de esa naturaleza nunca vuelvan a repetirse.

Las heridas no han quedado en el pasado. Mientras no haya justicia, no hay avances, dijo a su vez la madre de Rodrigo, Verónica di Negri, tras el anuncio de los cargos. Todos aquí tienen responsabilidad, porque cuando se mantiene el silencio por 29 años todos tienen responsabilidad.