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Mediante intercambio cultural del CaSa con Aguascalientes ejercitan nudos y deshilado

Artesanos de Oaxaca aprenden magistral técnica textil casi extinta en España e Italia
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Hoy pocas son las mujeres menores de 40 años que se interesan en el deshilado y es probable que cuando las de mayor edad mueran, el oficio desaparezca, expresa la artista e investigadora Mariana Grapain. En la imagen, bordadoras oaxaqueñasFoto cortesía del CaSa
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de julio de 2015, p. 4

Veinte oaxaqueños viajaron a la región del Bajío para tomar un taller de deshilado durante dos semanas, gracias a la colaboración entre Francisco Toledo, el gobierno de Aguascalientes y el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), fundado por el pintor y activista social.

El homenaje a José Guadalupe Posada que Toledo hizo por medio de una carpeta gráfica, no sólo unió el arte de ambos grabadores, sino que propició un intercambio cultural entre Aguascalientes y Oaxaca.

Los beneficiarios por la venta de la carpeta que contiene cuatro grabados son artesanos de ambos estados, mediante distintos proyectos. En días pasados finalizó el que se relaciona con el arte textil.

Embate de las maquiladoras

La artista Mariana Grapain expresó que los asistentes al taller, impartido en el Centro de Artes y Oficios de Aguascalientes, pudieron ejercitar y revivir el arte de los nudos, el corte de hilos y el deshilado.

Los oaxaqueños participantes constataron que “aún existe un fino arte textil ejecutado magistralmente por mujeres mestizas, descendientes de migrantes de países en los que hoy está casi extinta la técnica, como España e Italia.

Es triste ver de cerca casos de artesanas que han dejado su labor por trabajar en fábricas maquiladoras de pantalones de mezclilla y cinturones de seguridad coreanas, donde una jornada de las ocho a las 17 horas es pagada en 400 pesos semanales, señaló Grapain.

Según la también investigadora, hoy pocas son las mujeres menores de 40 años que se interesan en el deshilado y es probable que cuando las de mayor edad mueran, el oficio desaparezca.

A principios del siglo pasado las piezas deshiladas blancas de ornato eran comúnmente comercializadas; quién no recuerda haber visto colocada una servilleta, carpeta o mantel en casa de los abuelos, apuntó Grapain.

A partir de los años 70 del siglo pasado el deshilado comenzó a tener menos demanda, debido a la introducción de máquinas imitadoras orientales.

Para la bordadora proveniente de Oaxaca, el deshilado es un oficio de precisión, labor de tensión de hilos, pues con el mínimo descuido se puede perder la secuencia y carecer de estética según los artesanos.