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Está convertido en desagüe de aguas negras embarcadero de Xochimilco

Ni de paseo sirve por los desechos que arrastra y la pestilencia, dicen pobladores

Se buscó solucionar el problema, pero resultó contraproducente, aseguran

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Vista del embarcadero Atenco, en el pueblo de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, el cual está convertido en vertedero de aguas negras. Los habitantes señalaron que, por la pestilencia, no sirve para trasladar mercancías ni para paseo, como en otros canales de la delegaciónFoto María Luisa Severiano
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Los trabajos de desazolve para instalar una línea de conducción de agua tratada no sirvieron; seguimos teniendo aguas negras que contaminan nuestros cultivos y afectan la salud de nuestras familias, señalaron pobladores de San Gregorio AtlapulcoFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de julio de 2015, p. 31

El embarcadero de Atenco, en San Gregorio Atlapulco, zona natural protegida y principal canal de comunicación entre los barrios de Xochimilco, está convertido en desagüe de aguas negras y ha reducido 60 por ciento la producción de hortalizas, denunciaron habitantes.

A diferencia de otros poblados, donde la gente utiliza los canales para trasladar su mercancía o de paseo, dijeron, aquí es imposible hacerlo, porque no tienen la profundidad suficiente y significan un foco de infección, por lo que arrastra y la pestilencia que emana.

La delegación firmó en octubre pasado un convenio de colaboración con los institutos de Ciencia, Tecnología e Innovación de la ciudad de México y de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México para construir una línea de conducción de agua tratada y limpiar el área, señalaron.

La obra empezó en la planta de tratamiento de aguas residuales de San Pedro Atocpan al embarcadero de Atenco, con la finalidad de proveer a los ejidatarios de 30 litros por segundo de agua de buena calidad para el riego de cultivos.

Fernando Hernández, René González y Armando Chávez señalaron que el compromiso no se cumplió, como tampoco respetar que es una área natural protegida, pues metieron dos trascabos y una garra de chango al embarcadero.

A su paso por los más de 50 metros de longitud de la entrada, provocaron fuertes vibraciones durante junio y la primera semana de julio, que ocasionaron en fracturas en los domicilios circundantes, mismas que no han sido reparadas por ninguna autoridad, comentaron.

La solicitud del proyecto ejecutivo, la manifestación de impacto ambiental y el uso de suelo tampoco fueron presentados por los trabajadores de esos institutos, que colocaron balasto, utilizado en las vías del Metro, y tezontle en el subsuelo del embarcadero, lo cual no está permitido.

De acuerdo con su categoría de área natural protegida, como se leía en un letrero, arrojado a un predio particular aledaño, donde también se almacena a cielo abierto el lodo de purga proveniente de Atocpan, debió utilizarse material endémico.

Los trabajos de desazolve para instalar la línea de conducción de agua tratada no sirvieron, porque seguimos teniendo aguas negras, que contaminan nuestros cultivos y afectan la salud de nuestras familias, pues tenemos además el lodo de purga a un lado, alertaron.

En un oficio dirigido a Tanya Müeller, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, se le solicitaron los documentos que avalan esa obra, el volumen de materia depositada en el embarcadero y el objeto real de ésta, sin tener respuesta a la fecha, precisó Daniel Laurel.

Hoy, dijeron, no tenemos un cárcamo, porque se canceló por esa línea de conducción, y estamos expuestos a múltiples enfermedades, así como a la pérdida de nuestro sustento, basado en gran parte en el cultivo de hortalizas, porque el agua del embarcadero, uno de los más viejos de Xochimilco, está contaminado y ninguna autoridad da la cara.