Este viernes se integró la red solidaria transfronteriza de jóvenes activistas migrantes para responder a los diversos problemas que enfrentan cuando son deportados o retornan de Estados Unidos.

Uno de ellos son los obs­táculos para concluir los estudios en México, porque no les son reconocidos los que hicieron en el país vecino o no cuentan con los documentos.

Tras tres días de trabajo en el Instituto José María Luis Mora, en el Distrito Federal, como parte del encuentro Jóvenes sin frontera #DeAquíYDeAllá, señalaron que la criminalización de las migraciones ha producido exclusiones masivas de grupos de jóvenes que son negados tanto por los estados nacionales donde radican, como por los de su origen.

Durante este lapso analizaron la falla de las políticas públicas de la región, en Centroamérica y América del Norte para responder a los problems que enfrentan como migrantes documentados, indocumentados, retornados, en tránsito y deportados de la región.

Experiencias traumáticas

En un pronunciamiento aseguraron que la inseguridad y la falta de reconocimiento a la identidad, al acceso pleno a empleo, salud y educación, entre otras graves violaciones a los derechos humanos, son parte de las experiencias traumáticas que compartieron.

Demandaron bienestar integral para alcanzar, junto con sus familias, en los países de origen, tránsito y destino de la región, condiciones equitativas y justas para el ejercicio y goce de sus derechos.

Requirieron libre movilidad, entendida como el derecho a circular de una localidad geográfica a otra por necesidades, oportunidades o aspiraciones personales, familiares o comunitarias.

También, “exigimos una migración y retorno digno. Esto implica contrarrestar las políticas, los discursos y los procesos que criminalizan la migración por encima de los derechos humanos.

Proponemos la abolición de la detencion, las industrias carcelarias, las deportaciones masivas y abogamos por la inclusión y reinserción de los migrantes en los países de destino y retorno.

Asimismo, recordaron que la desigualdad, la violencia, el desempleo, la reintegración familiar y la búsqueda de mejores oportunidades son algunas de las causas que llevan a los jóvenes de la región a buscar mejores condiciones de vida.