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En la oposición venezolana se repite la actitud golpista

Está dividida y carece de una figura destacada

El curso que tome la guerra económica será crucial para conservar la mayoría favorable a Maduro en el congreso unicameral, cuyas elecciones se realizarán en el último trimestre del año en el país sudamericano

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La historiadora y diputada venezolana Carmen Bohórquez sostuvo que no se deben traicionar los principios de clase por el afán de tener aliadosFoto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de junio de 2015, p. 5

Aunque no hay fecha definida, Venezuela irá a elecciones en el último trimestre del año para renovar su congreso unicameral. Nicolás Maduro no la tiene fácil: la posibilidad de conservar la cómoda mayoría que posee en la Asamblea Nacional dependerá de cómo maneje lo que los chavistas llaman guerra económica, que se traduce en escasez de productos básicos y en las enormes colas de frustrados compradores que dan la vuelta en los medios del mundo.

Lo admite la historiadora y diputada chavista Carmen Bohórquez: “Está complicado predecir un triunfo holgado de cualquiera. Todo va a depender de cómo se desarrolle la guerra económica en curso, de cómo el gobierno la maneje y de que se logren resolver, o por lo menos disminuir grandemente, las colas que se están presentando. De eso dependerá la ventaja de los bolivarianos… La oposición siempre cuenta los pollos antes de nacer”.

En abril de 2013, Maduro venció al candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, por una diferencia de apenas 1.5 por ciento. Ocho meses más tarde, sin embargo, el chavismo ganó 242 de las 335 alcaldías en disputa, aunque la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) triunfó en varias de las principales ciudades del país. Los chavistas presumieron una gran victoria porque la oposición había considerado esa elección una suerte de plebiscito sobre la gestión de Maduro.

En paralelo, sin embargo, la inflación se disparó (65 por ciento en 2014) y la escasez de productos básicos complicó la vida de los venezolanos. La cara más visible del fenómeno se conoce como bachaqueo: sujetos organizados se forman en las colas de los supermercados, realizan compras masivas y luego revenden los productos muy por encima de los precios oficiales o de plano los contrabandean a Colombia u otros países.

El fenómeno, dice Bohórquez –educada en Estados Unidos y Francia– comenzó de manera silenciosa y el gobierno evitó actuar contra las personas de escasos recursos que hacen las colas y que son la cara más visible de las mafias. Mientras el gobierno intentaba desenmarañar las redes de acaparamiento y contrabando, “el bachaqueo se masificó y por eso ahora cuesta muchísimo más frenarlo”.

La legisladora considera que el problema es ya de tales dimensiones que el gobierno no podrá resolverlo en solitario: “Mientras no se logre que los consejos comunales se involucren en el control del bachaqueo, en la denuncia de los mafiosos, va a ser muy difícil revertir este proceso. Las redes han crecido tanto que son como un cuero seco: el gobierno pisa en un lado y del otro lado se levantan. Como lo que pasa acá en México con las mafias que controlan estados completos, según veo en la prensa”.

De la salida a las parlamentarias

El domingo pasado, la oposición venezolana fue a elecciones internas. Se disputaron sólo un tercio de las candidaturas a la Asamblea Nacional porque en el resto habrá aspirantes de consenso. Según los primeros análisis de la prensa de aquel país, Primero Justicia (partido del ex candidato presidencial Capriles) y sus aliados se hicieron de 30 de 40 candidaturas; en tanto que Voluntad Popular, del encarcelado Leopoldo López, ganó ocho. La ex diputada María Corina Machado, uno de los rostros más visibles de la oposición en la prensa internacional, no obtuvo ninguna candidatura.

Columnistas afines a la oposición consideran que se trata de una derrota de los radicales de la MUD, los mismos que el año pasado promovieron las manifestaciones que derivaron en violencia, una sucesión de hechos que se conoció como la salida (por la consigna la salida es la calle).

Bohórquez, también coordinadora de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, considera que en la oposición sólo hay una repetición de la actitud golpista que ha tenido desde que Chávez llegó al poder.

–Hubo relevo en los liderazgos.

–Pero los objetivos no cambian: salir del gobierno bolivariano lo más rápido posible. No han podido electoralmente, entonces pretenden acceder al gobierno sin elecciones.

–¿El chavismo reconoce la apuesta de Capriles por la vía electoral?

–Claro, y cada vez que van a elecciones se les aplaude. Pero no les dura mucho. Cuando pierden, retoman el camino golpista, pese a que se les reconocen todas las gobernaciones, las alcaldías que han ganado. Pero resulta que donde ellos ganan el Consejo Nacional Electoral sí sirve, y donde pierden dicen que les hicieron trampa.

A diferencia del chavismo, que ha mantenido la unidad en líneas generales, Bohórquez ve una oposición dividida y confrontada: Capriles ha perdido prácticamente toda su influencia dentro de la oposición. Ya ni lo consideran un posible candidato a la presidencia.

–¿Pero qué otra figura tienen?

–El problema es que no tienen. Por eso su campaña internacional para victimizar a Leopoldo López, para que pudiera ser un posible candidato.

Aunque falta mucho (los comicios presidenciales son en 2019), en las filas opositoras, dice la diputada, se ha llegado a hablar de la posible candidatura de uno de los hombres más ricos del país, Lorenzo Alejandro Mendoza, cabeza de las empresas Polar, con presencia prácticamente en todo lo que comen los venezolanos.

Diosdado, Chávez y Lula

–Para ser un hombre tan duro, Diosdado Cabello (presidente de la AN y segundo de a bordo del chavismo) tiene la piel muy delicada. Ha demandado a varios periódicos por publicar una nota de un medio de Estados Unidos.

–Ha habido una campaña sostenida contra Diosdado. Lo han acusado de ser dueño de media Venezuela, y siempre lo están acusando de corrupción, pero esto último del narcotráfico ya pasó a mayores. Y él había dejado pasar todas las demás acusaciones. Los medios pueden enlodar la vida de cualquier persona y si la persona intenta defenderse entonces está atentando contra la libertad de expresión; no, la libertad es para todos, no sólo para los medios.

Bohórquez dice que el chavismo se enfrenta a una suerte de competencia desproporcionada: “Publican algo en España o lo dice el Miami Herald y lo replican todos los medios en América Latina. La respuesta que damos no sale, y si sale no es en la primera página, como cuando se trata de descalificar al gobierno.

El petróleo y la reconciliación

–Gran parte de la obra social del gobierno venezolano se podía sostener con un petróleo a 100 dólares el barril.

–No se ha detenido ningún programa social. No ha cerrado ninguna escuela, ninguna universidad, no se ha dejado de construir vivienda ni se ha cerrado ningún consultorio. Y el compromiso del presidente Maduro es que eso se va a mantener, así el petróleo llegue a cero.

–¿Entonces dónde se está apretando el cinturón el gobierno?

–Se están reduciendo gastos suntuarios. Se consideró incluso bajar los sueldos del gobierno, pero son tan bajitos que ya no se pueden bajar más.

–¿Hay reconciliación posible en Venezuela?

–Dicen que tenemos que llegar a una reconciliación, aunque para ellos significa que el pueblo abandone el poder, que renuncie a lo conquistado y se vuelva a plegar al modelo de la derecha. ¿Por qué la reconciliación no parte de que la derecha reconozca que ese modelo que mantiene es injusto, que genera la desigualdad, que renuncie a sus privilegios?

–Hay en la oposición sectores que proceden de la izquierda y no nacieron en pañales de seda.

–¿Y por qué no crearon una alternativa política? ¿Por qué tuvieron que asumir como propios los valores de la derecha? ¿Qué une a Liborio Guaruya (gobernador del estado Amazonas) con Capriles Radonsky?

–El potente adversario que tienen enfrente.

–Pero tienes que ver con qué enemigo te vas a aliar. No puedes traicionar tus principios de clase por simplemente tener un aliado para enfrentar al otro.