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Qué comen los niños

L

a pregunta ¿Hoy que comieron tus hijos?, que ha lanzado la Alianza Nacional para la Salud Alimentaria, es un buen motivo de reflexión para todos los mexicanos y no sólo para las madres y los padres. La campaña con este nombre tiene su origen en datos realmente preocupantes. Saber, por ejemplo, que uno de cada tres niños que hayan nacido a partir de 2010 padecerá diabetes a lo largo de su vida, de acuerdo con las proyecciones de lo que ocurre en México desde 2005; o que el país ocupa el sexto lugar en mortalidad por este padecimiento a escala mundial, y que en relación con el sobrepeso y obesidad, uno de cada tres niños y siete de cada 10 adultos lo sufren y esta es la causa de diabetes tipo 2 en 80 por ciento de los casos, requiere la participación del gobierno y de la sociedad.

Si tan sólo atendemos a los costos, según la propia Alianza, en productividad se pierden anualmente por esta causa más de 400 millones de horas laborales. El gasto anual para atender esta enfermedad que puede prevenirse es de 85 mil millones de pesos hoy, aunque podría aumentar hasta alcanzar todo el presupuesto de la Secretaría de Salud en 2017. Recordemos que la Secretaría de Desarrollo Social tiene un presupuesto de 117 mil millones de pesos, de los cuales invierte apenas un porcentaje en el programa alimentario. Según datos del Ceneval, hay 43 millones de personas en inseguridad alimentaria en México. Un gobierno realmente preocupado por la gente, debería estar atendiendo como un asunto de emergencia nacional esta situación, cuyas implicaciones sociales y económicas son muy serias.

Una de las principales razones de esta situación es la transformación que ha sufrido la dieta de los mexicanos. El doctor Héctor Bourges, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, escribió en 2002, que aun en los hogares con un ingreso medio, ha decaído la calidad de la dieta, pues si antes ésta era satisfactoria y basada en la rica tradición mexicana. Pedro García Urigüen consigna en su libro La alimentación de los mexicanos: cambios sociales y económicos y su impacto en los hábitos alimenticios (Canacintra, 2012) que mientras en 1980 el consumo de tortilla por mexicano al año era de 144.9 kilogramos, en 1990 pasó a 100.4 kg y en 2008 se redujo a 78.4 kg, lo que implica la pérdida de importantes fuentes de proteína y fibra que caracterizaron históricamente la dieta de los mexicanos. Otro factor importante es el consumo de refrescos; en 1990 era de 138 litros por persona al año; aumentó a 150 litros en 2000 y luego a 153.8 litros por persona al año. Estamos ante una emergencia nacional.