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Obama advierte: si roban no son manifestantes, son delincuentes

Incidentes en Baltimore por desafío al toque de queda

Bailes y oraciones durante el día en un llamado a la calma en las calles

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La violencia del pasado lunes en Baltimore, Maryland, que culminó con más de 200 detenidos y una veintena de policías heridos, fue sustituida ayer por manifestantes que llamaron a la calma mediante oraciones, cánticos y bailes. Cientos de voluntarios salieron a las calles para retirar basura, cristales rotos y escombrosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de abril de 2015, p. 22

Baltimore.

Efectivos de la Guardia Nacional y la policía lanzaron la noche de este martes bombas de humo a decenas de manifestantes que les aventaron botellas de vidrio y de plástico, en abierto desafío al toque de queda impuesto tras los disturbios del lunes por la noche que terminaron con más de 200 detenidos y 20 policías heridos.

Al cierre de esta edición, los manifestantes comenzaron a replegarse, y una calma aparente prevalecía en la ciudad.

A lo largo de la jornada de este martes, en medio de los patrullajes de la Guardia Nacional, cientos de personas salieron a las calles de Baltimore para participar en bailes, rezos y cánticos por la paz.

Las violentas protestas comenzaron el lunes después del funeral del afroestadunidense Freddie Gray, quien murió a consecuencia de una lesión que sufrió en la columna vertebral cuando estaba bajo custodia de la policía.

El presidente estadunidense, Barack Obama, repudió la muerte de afroestadunidenses a manos de policías blancos al condenar la violencia en Baltimore, pero también fustigó los saqueos de comercios e incendios de automóviles y propiedades, entre otros actos de violencia. Sostuvo que si bien hay una crisis dentro de los cuerpos de policía, quienes cometieron actos de vandalismo en Baltimore no estaban protestando, estaban robando, y deben ser tratados como delincuentes.

La situación en Baltimore, la ciudad más grande del estado de Maryland, creció a tal grado que el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, envió policías estatales para que ayuden a contener las manifestaciones. Elementos de la Guardia Nacional se distribuyeron por la ciudad este martes, y cientos de voluntarios comenzaron a retirar cristales rotos y escombros de las calles. Los disturbios estallaron tras el funeral de Gray, detenido el pasado día 12 y quien falleció una semana después.

La ciudad se encuentra bajo toque de queda de las 10 de la noche a las 5 de la mañana; todas las escuelas públicas cerraron, aunque por la noche se informó que reabrirán este miércoles. Elementos de la Guardia Nacional equipados con cascos rodearon el ayuntamiento, resguardados tras barreras de metal.

No vamos a permitir que se repita lo de anoche , afirmó este martes el gobernador de Maryland, Larry Hogan, tras visitar un vecindario lleno de automóviles quemados y ventanas destrozadas. Añadió que hay dos mil efectivos de la Guardia Nacional y mil policías en Baltimore, y que muchos más vienen en camino.

Es la primera vez que la Guardia Nacional es convocada para apaciguar disturbios en Baltimore desde 1968, cuando algunos de los mismos vecindarios estuvieron en llamas durante días tras el asesinato del reverendo Martin Luther King.

Bomberos aún apagaban incendios provocados el lunes y muchos habitantes lamentaron el daño en sus vecindarios. Cientos de voluntarios ayudaban a limpiar la ciudad, mientras otros bailaban y rezaban en las calles como un llamado a la calma.

Los disturbios comenzaron en West Baltimore el lunes por la tarde, cuando manifestantes incendiaron patrullas de la policía y edificios, saquearon un centro comercial y licorerías, y arrojaron piedras, botellas y bloques de hormigón a policías antimotines. Éstos respondieron con gas pimienta y despejaron las calles movilizándose en formación compacta, hombro con hombro.

El capitán Eric Kowalczyk dijo que cuando menos 20 agentes resultaron heridos. Casi tres decenas de menores de edad fueron arrestados y más de 200 adultos fueron detenidos. Cerca de 150 vehículos fueron quemados.

Los disturbios fueron los peores en Estados Unidos desde las protestas que surgieron por la muerte de Michael Brown, el negro de 18 años desarmado que fue baleado por un policía blanco en Ferguson, Misuri, el año pasado.

Entiendo el enojo, pero lo que estamos viendo no es eso, lamentó Stephanie Rawlings-Blake, alcaldesa de Baltimore. Es la alteración de una comunidad que dicen que les importa, pero a la vez destruyen. No es posible conjuntar ambas cosas.

Gray, de 25 años, fue arrestado el 12 de abril. Fue sujetado por el cuello, esposado y metido a una camioneta de la policía. Durante el trayecto hacia la comisaría pidió que se le dejara usar su inhalador para el asma, y el vehículo se detuvo para que los agentes le esposaran los pies, pues estaba iracundo. Aún se desconoce cómo sufrió la lesión en las cervicales por la que fue hospitalizado una semana antes de morir. Pidió asistencia médica, que no recibió. El viernes pasado la policía reconoció que debió haberle proporcionado atención médica.

Las imágenes de video de una madre que sacó a gritos y bofetones a su hijo de una protesta en Baltimore se volvieron virales este martes. Toya Graham descubrió que su hijo, Michael, de 16 años, era uno de los encapuchados que participaban en los disturbios, así que encaró al muchacho y a punta de empujones, golpes y reclamos lo obligó a abandonar la manifestación. La grabación del episodio se volvió viral en redes sociales y televisoras. Numerosos comentaristas elogiaron la actitud de la mujer, quien declaró a la cadena CNN que no iba a permitir que su hijo fuera parte de la violencia.