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Martín Casariego ganó el Premio Café Gijón 2014 con la novela El juego sigue sin mí

Autor madrileño escudriña en el peso de la existencia y cómo aligerarlo
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El reto fue cruzar la línea de hacer una novela para adultos con personajes jóvenes, dice Martín Casariego a La JornadaFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 7 de abril de 2015, p. 7

El juego sigue sin mí, la novela más reciente del escritor Martín Casariego (Madrid, 1962), ganadora del Premio Café Gijón 2014, es un libro para adultos; sin embargo, puede ser leída por jóvenes.

Aunque los protagonistas son dos jóvenes y la trama gira en torno a esa etapa de cambios y formación, enseñanza y aprendizaje durante el paso de la adolescencia a la madurez, la obra profundiza sobre el peso de la existencia y cómo aligerarlo.

Dudas, secretos y miedos

Publicada recientemente por Siruela, la novela narra la transición de una edad a otra, en la que con dudas, secretos, inseguridades y miedos se aprenden cosas positivas, dolorosas y placenteras. Sin embargo, al margen de lo que se experimente, todo se vive con mucha intensidad, explica el autor.

El juego sigue sin mí gira en torno a Ismael, quien rememora la etapa en la que, cuando tenía 13 años, sus padres contrataron a Raimundo (Rai), un joven cinco años mayor que él, para que le impartiera clases particulares. Luego de una primera sesión, ambos convienen en que Ismael estudiará por su cuenta y Rai le hablará de libros, películas, música, chicas y de la vida. En esa historia también se hace presente Samuel, joven que se citó por carta con su ex novia, con la amenaza de que si no se presentaba se suicidaría.

En la novela el personaje de Rai es esencial, pues a sus 18 años también vive su particular búsqueda, ya que su vida está marcada por el hecho de que a las 68 horas de que nació, murió su madre en el mismo hospital.

Así, con la intención de conocer cómo era su madre, lee los libros y escucha los discos que ella tenía.

Como autor, explica Casariego, eso me permitió entretejer lo que Rai va descubriendo, con lo que éste comparte con Ismael. Mientras Rai intenta e imagina vivir lo que su madre vivió, escuchó y leyó, Ismael también descubre así un mundo muy distinto, nuevo y diferente. Los dos entablan una relación muy especial, cuyo entorno siempre se ve ensombrecido por la resignación o el suicidio.

Cercanía con el thriller

El juego sigue sin mí no es una novela juvenil, aunque los personajes son jóvenes. De cierta manera se acerca al thriller y el suspenso. Trata sobre si la vida vale la pena vivirla o es un regalo que se debe rechazar, señala Casariego.

De acuerdo con el jurado del Premio Café Gijón 2014, ese trabajo literario fue distinguido por la fluidez con la que el autor maneja esa historia de aprendizaje, la cual se establece entre dos jóvenes de hoy, y en la que ambos crean una relación que se resuelve en una tensión dramática perfectamente desarrollada y de final abierto.

Mis novelas, concluye el autor español, son muy distintas unas de otras. Me gusta siempre buscar algo diferente. En este caso fue un reto cruzar la línea de hacer una novela para adultos con personajes jóvenes. En mi trabajo siempre me ha interesado cómo enfrentamos la vida de manera individual. Intento reflejar qué es la vida y que el lector saque sus conclusiones.