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Estudio de Rocío Echevarría sobre el estilo teatral popular, ilustrado por Rafael Barajas

Destacan la vigencia de la comedia del arte, género que surgió en el Renacimiento

Estableció las primeras normas de la cultura del relajo, apuntó el caricaturista

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Como parte de la presentación del volumen, un par de actores escenificó un breve sketch que dio cuenta de lo que es la comedia del arte. Aquí aparecen con Rocío Echevarría y Rafael Barajas El FisgónFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Domingo 1º de marzo de 2015, p. 6

Nacida en en la Italia del siglo XVI, en pleno Renacimiento, la comedia del arte es un estilo teatral cuyas influencias son palpables en todo el mundo hasta la fecha, México incluido.

En ello ahonda el libro La divina comedia del arte, de Rocío Echevarría, presentado la noche del viernes en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Coeditado por Ediciones El Milagro y la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), se trata de una detallada investigación sobre ese movimiento teatral, que no obstante su antigüedad aún puede apreciarse en ciertas comedias y figuras cómicas en gran parte del mundo.

En el caso de México su eco se percibe en el teatro de carpa y personajes del cine como Cantinflas, Resortes y Clavillazo, e inclusive en humoristas de la televisión actual.

Así lo afirmó la especialista en letras italianas María Pia Lamberti durante la presentación del citado volumen, en la cual también participaron el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón, quien hizo algunas ilustraciones para el texto, y la autora.

El de comedia del arte es un término que nada tiene que ver con los artístico. Según Lamberti, adquirió ese nombre porque el de arte era un concepto en su época asociado con los oficios y los gremios, y las personas que actuaban buscaron que su trabajo fuera considerado en tal clasificación.

Entonces, es una comedia del oficio, una actividad cuyos practicantes tenían derecho de ser pagados por su trabajo; como los albañiles y los carpinteros, estaban reconocidos como oficio. Ese fue un cambio radical, y las compañías necesitaban actuar constantemente para sobrevivir.

De acuerdo con la catedrática universitaria, en la comedia del arte se formaron los arquetipos de la comedia moderna, se consolidó una estructura sicológica de personajes, se creó una manera especial de hacer crítica social y, sobre todo, sentó las bases sobre las que se desarrollaron manifestaciones renovadas de los géneros cómicos desde el barroco hasta la actualidad.

En particular, se refirió a los personajes y a la improvisación como elementos fundamentales de este tipo de teatro, y consideró que la improvisación lo hacía particularmente peligroso en su momento porque, al no tenerse control de lo escrito, en escena podían lanzarse puyas contra lo que fuera, como el gobierno y la Iglesia.

Lamberti reconoció que a diferencia de la ocurrido en la Época de Oro en Inglaterra, España y Francia, la comedia del arte no dejó un significativo legado literario en Italia, aunque, en compensación, heredó formas y estructuras teatrales que van más allá de la palabra escrita.

En su turno, El Fisgón reconoció la valía de este libro porque aborda una de las facetas menos estudiadas de la cultura: el humor, que definió como aspecto fundamental de la vida humana.

Sin humor, lisa y llanamente no sobreviviríamos, y menos en este país. Y en esta cultura del humor, la comedia del arte juega un papel fundamental, pues establece las primeras reglas y normas de la cultura del relajo.

Según el monero de La Jornada, una de las aportaciones de la comedia del arte es que planteó los primeros arquetipos cómicos del teatro y la literatura universal, los cuales aparecen hasta en los peores cómicos de la televisión.

El estudio de Rocío Echevarría es acompañado por una acuciosa investigación iconográfica que narra visualmente la historia de este estilo de teatro popular desde sus orígenes hasta el siglo XX, además de las ilustraciones realizadas por El Fisgón.