Atenas.

Grecia afirmó ayer que no tiene problemas de liquidez a corto plazo y que entregará a sus socios de la Unión Europea (UE) un plan integral la semana próxima para gestionar la transición a un nuevo acuerdo sobre su deuda.

El premier Alexis Tsipras presidió un encuentro del consejo de ministros antes de reunirse con su grupo parlamentario para preparar un plan de política general que presentará este domingo ante el Poder Legislativo. El jefe de gobierno también diseña este fin de semana la estrategia que guiará las reuniones de la semana próxima con autoridades de la Unión Europea.

El consejo de ministros, que duró más de tres horas, estuvo centrado en la política general de Tsipras, que engloba un programa de medidas inminentes hasta finales de junio para hacer frente a la crisis humanitaria provocada en el país por las políticas de austeridad y además una serie de reformas a adoptar en tres años, según una fuente gubernamental.

El gobierno está obligado por el mandato popular a relanzar la economía, adoptar un plan nacional de reformas para un sistema de impuestos justo, luchar contra la evasión fiscal y la corrupción, y volver más eficaz la administración pública, indicó la fuente, la cual pidió el anonimato.

El nuevo gobierno de izquierdas griego ha rechazado la austeridad a la que se vio obligada por un rescate financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la UE, y en su lugar busca lograr un acuerdo puente hasta que se haya negociado un nuevo pacto.

Vamos a presentar una propuesta integral el miércoles, dijo el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, refiriéndose a una reunión de ministros de Finanzas de la zona euro que se realizará en Bruselas ese día.

El viernes, Jeroen Dijsselbloem, que preside el eurogrupo, entidad formada por los ministros de Finanzas de la zona, dijo que, desde su perspectiva, Grecia debe solicitar una prórroga al plan de reformas de sus préstamos antes del 16 de febrero si desea garantizar la continuación del respaldo económico.

De acuerdo con la visión del eurogrupo, en esencia se trata de una extensión del plan de rescate actual, el cual Grecia ha dicho que no aceptará.

Grecia debe pagar mil 500 millones de euros en préstamos con el FMI en marzo, lo que plantea preocupaciones sobre una eventual crisis de liquidez. Sin embargo, esto fue descartado por el viceministro de Finanzas, Dimitris Mardas, quien aseguró que durante el periodo de las negociaciones no hay ningún problema (de liquidez).