La propuesta de reforma a la norma 26 que se discute en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) pretende homologar la política de vivienda local con la del gobierno federal y obligar a quienes adquieran vivienda social a pagar las abusivas ganancias de los desarrolladores y el costo de la intermediación financiera, señalaron precandidatos de Morena a jefaturas delegacionales y diputaciones locales y federales.

Advirtieron que es un error tomar como sustento, para fijar el valor máximo de una vivienda social en un millón 200 mil 621.8 pesos, las cifras del Infonavit de que 90 por ciento de los trabajadores precalificados con más de 10 años laborando tienen un ingreso mensual de 22 mil 501.76 pesos.

David Cervantes Peredo (distrito 40 local), director del Invi durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, dijo que el entonces presidente Vicente Fox convirtió el Infonavit en el principal instrumento para que los desarrolladores recuperen sus ganancias.

Explicó que se hizo un comparativo sobre un proyecto del Invi y otro del Infonavit, en la misma calle y con los mismos acabados, y el derechohabiente de este último pagó un crédito 50 por ciento más caro.

Con las precandidatas a jefaturas delegacionales Claudia Sheinbaum Pardo (Tlalpan), Clara Brugada Molina (Iztapalapa) y Bertha Elena Luján Uranga (Coyoacán), así como la actual diputada local Ernestina Godoy Ramos (distrito 7 federal), llamaron al legislativo a abrir la discusión a la ciudadanía y adelantaron que en dos semanas se organizará un foro desde la misma ALDF.

Plantearon otras observaciones, como que tal propuesta no está asociada a un proyecto integral de ciudad, ni tampoco a los problemas de servicios públicos y de movilidad que primero deben resolverse en las zonas donde se aplicará.

En tanto, la asociación Casa y Ciudad coincidió en que los nuevos montos para vivienda social que se proponen en el proyecto son inalcanzables para la mitad de los capitalinos que ganan menos de cinco salarios mínimos.

Un análisis realizado por la agrupación señala que de los tres tipos de vivienda que se plantean sólo sería asequible para la mayoría de la población de menores ingresos el tipo de vivienda que ronda el medio millón de pesos.

Frente a la ALDF, al grito de ¡Mancera, Mancera, el DF no se vende!, integrantes del movimiento Vecinos Unidos y la asociación Suma Urbana se manifestaron en las escalinatas contra la norma. Susana Kanahuati, enlace vecinal, dijo que más que promover la vivienda social, la reforma promueve la vivienda de interés medio incluso alto.