Lunes 2 de febrero de 2015, p. 30
Dos días antes de la explosión en el Hospital Materno Infantil, en Cuajimalpa el olor a gas ya se percibía.
Habitantes de la colonia Contadero informaron de esa situación al personal del nosocomio, que dijo que iba a checarla
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La explosión del jueves pasado dejó en claro que no atendieron nuestra solicitud y no checaron su tanque de gas
, afirmaron.
La presencia de una pipa de gas, consideraron, permite a las autoridades echar la culpa a una empresa del abandono o mal funcionamiento del tanque del hospital
, consideraron.
Hasta el momento, estimaron los colonos, que pidieron mantener el anonimato, los daños de la explosión son mayores, pero tratan de minimizarlo, pues de lo contrario tendrían que rendir cuentas y les saldrían mal
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El martes pasado, recordó una residente de la calle 16 de Septiembre, el olor a gas era muy fuerte y después de checar en las cocinas del mercado nos dimos cuenta de que era el hospital, y pedimos a algunos trabajadores que sí podían checarlo
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Un día después el olor continuaba, aunque en menor intensidad, sin que hubiera una pipa, pero el jueves vino la explosión con tres muertos y más de 60 lesionados, cuando sólo en la noche había, entre personal médico, trabajadores y pacientes, más de 150 personas
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Las cifras, dijeron, no nos cuadran, y hay quienes aseguran que la pared colindante con el mercado la tiraron los bomberos para sacar a los de urgencias y varios muertos por la parte de atrás, donde hay un lote baldío, para que no los viéramos
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Por ello, exigieron a las autoridades capitalinas un peritaje imparcial sobre las condiciones de las conexiones del tanque de gas del hospital, para deslindar responsabilidades y dejar de echar toda la culpa a la pipa, que tendrá su culpa, pero también la Secretaria de Salud
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